El squash se apellida Domínguez

María y Marta Domínguez son dos hermanas mellizas que triunfan en el squash, protagonizaron la final del Campeonato de España sub-19 con triunfo para Marta, que quiere triunfar en este deporte, mientras su hermana se centra más en sus estudios
María (izquierda) y Marta Domínguez, subcampeona y campeona de España sub-19 de squash. DP
photo_camera María (izquierda) y Marta Domínguez, subcampeona y campeona de España sub-19 de squash. DP

UNIDAS. Así llevan María y Marta Domínguez (Vigo, 2001) toda la vida. Hasta que María se fue a estudiar a Santiago, el único momento en el que habían estado separadas, fueron los dos minutos en los que tardó en nacer Marta, después de la llegada de su hermana.

Y es que estas dos jóvenes, aparte de hermanas, son mellizas. Aunque tienen muchas cosas que las unen, también son muy diferentes en otros aspectos, y no solo en el color de su pelo, rubio y moreno, que las convierte en una versión femenina de Zipi y Zape.

Ambas comparten su pasión por el squash desde pequeñas. Todo comenzó como comienzan las grandes historias, por casualidad. Un día fueron a ver jugar a su padre. El rival se lesionó y ellas entraron a jugar contra él. Aunque casi no conseguían darle a la pelota, el presidente del Club de squash de Vigo las vio, y ahí empezaron a practicar ese deporte.

María y Marta Domínguez de pequeñas. DP
María y Marta Domínguez de pequeñas. DP
 

El resto es historia, muchos años practicando este deporte. Todo ello culminó con una preciosa final nacional en categoría sub-19 en el que ambas hermanas se enfrentaron entre sí, con victoria para Marta, que es la reina de este deporte e internacional absoluta.

No era la primera vez que se veían las caras, ya habían jugado entre ellas en muchas ocasiones, con siempre el mismo resultado, victoria para la pequeña de las mellizas. "Marta me ha ganado siempre", dice en un tono dulce y resignado su hermana, que es la segunda mejor jugadora de su categoría.

"Marta me ha ganado siempre", dice la segunda mejor jugadora de su categoría

Su familia las sigue allá donde van y dice Marta que viven los partidos "con muchos nervios". Eso sí, cuando juegan entre ellas, no tienen favorita, aunque Marta entre risas, cree que "quieren que gane María".

Y es que Marta se hace con todas las victorias. Ha sido campeona de España en distintas categorías y subcampeona absoluta. Además consiguió el bronce en el campeonato europeo sub-17.

La viguesa quiere proseguir en su carrera a nivel profesional, su objetivo en las próximas fechas es sacarse la licencia, para poder meterse "en el mundo profesional" del squash.

MÁS QUE SQUASH. Eso sí, tiene claro que vivir de este deporte es difícil, ya que solo tres o cuatro personas se dedican profesionalmente a ello en España. Hay otros países, como Inglaterra, donde el squash mueve más dinero. Las hermanas nunca se han planteado mudarse a otro país por el deporte, aunque Marta recuerda que con 14 años, "un ojeador de Estados Unidos habló con el seleccionador español durante un campeonato". Aquella oferta no pasó a mayores.

Su hermana tiene una visión distinta. Se ha mudado a Santiago para estudiar Biotecnología, una carrera exigente, que le roba mucho tiempo. Al tener clase por la mañana y por la tarde y mucho que estudiar, casi no tiene tiempo para entrenar. Dice que se lo tomará con "más calma", priorizando por encima sus estudios.

Aunque fuera de la pista son hermanas, Marta deja claro que en la pista son "rivales" y afirma que "ahí no se perdona nada"

Marta en cambio quiere hacer del deporte su profesión. Por eso estudia Ciencias da Actividade Física e do Deporte en Pontevedra. Una carrera más sencilla, ligada a su pasión y que le permite seguir entrenando y creciendo.

Ambas son viguesas, pero desde hace cuatro años entrenan en el Squash Pontevedra. La Boa Vila se ha convertido en su ciudad de adopción. Tanto es así que Marta recibió en diciembre el Premio HQR! a la mejor deportista promesa. María dice que se sintió "muy contenta" de ver recibir a su hermana el galardón: "Se lo merece".

Aunque fuera de la pista prima el cariño y la unión, Marta deja claro que aunque fuera "son hermanas", en la pista "son rivales" y deja una frase muy contundente: "Ahí no se perdona nada". Y es que cuando Marta entre en una pista se transforma. Una de las cualidades que destaca su hermana de ella es que es "muy fría" y "sabe controlar bien los nervios". Además resalta su calidad: "Colocar la bola donde quiera".

Desde hace unos meses las separan unos 70 kilómetros pero se ven cada fin de semana

Marta le devuelve los piropos a su hermana: "María le pega muy fuerte a la pelota. Además sabe meterle mucho ritmo al partido y cuando se enfada, lo da todo".

Ambas se profesan mucho cariño porque lo ha compartido todo desde que nacieron. Una es la mitad que completa a la otra. No solo el squash es algo que tienen en común. Han compartido clases, tardes con los amigos y días con la familia. Entre sus aficiones fuera del deporte se encuentra la playa, viajar y compartir buenos ratos con la gente que quieren.

Pero desde hace unos meses las separan unos 70 kilómetros. La distancia que hay entre Pontevedra y Santiago, donde ambas hermanas vuelan libres y continúan con sus estudios.

María le quita un poco de hierro, ya que dice que va cada fin de semana a casa y se siguen viendo con regularidad. Aunque Marta se muestra más melancólica, y dice que no tener a su hermana es "como que te falta algo" y considera su nueva vida como "distinta".

Ellas son dos hermanas y amigas, rivales en la pista, pero unidas fuera de ella. Dos talentos que llevan toda la vida juntas, a las que el futuro y las metas personales y profesionales separa. Un orgullo para su familia. Marta y María, María y Marta, las mellizas que triunfan en un deporte que se apellida Domínguez.

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