Unas botas con mundo

El reportaje ►Marta Yáñez ha recorrido kilómetros y kilómetros con sus botas. Militó en históricos como el Espanyol y el Barcelona, cruzó el charco para probar el fútbol femenino mexicano y ahora viste la camiseta del Viajes Interrías Portonovo

Marta Yáñez. GONZALO GARCÍA
photo_camera Marta Yáñez. GONZALO GARCÍA

A los cuatro años, Marta Yáñez ya tenía claro a lo que quería dedicarse. Pero es que de aquellas, la jugadora del Viajes Interrías ni se imaginaba hasta donde iba a llegar. Como todos los grandes futbolistas, la catalana comenzó a dar las primeras patadas al balón en el Fútbol Club Martinenc, el equipo de su barrio, a pesar de la insistencia de su madre de "llevarme a clases de ballet, hasta que le dije que a mí eso no me gustaba, que yo quería jugar al fútbol".

Esas palabras fueron, sin duda, las mejores de su vida, ya que a los ocho años, en un partido, un ojeador del FC Barcelona mostró interés por ella. "Cuando me dijeron si quería ir al Barcelona, dije que sí, no había nada que pensar. Al final acabé jugando en el Barça 12 años", anota Yáñez. La catalana acabó formándose en el club blaugrana, ya que jugó en todas las modalidades y todos los equipos hasta llegar al primero.

Pero cuando llegó a lo más alto dentro del conjunto catalán "decidí hacer un cambio y me fui al Espanyol, equipo en el que estuve cinco temporadas". "La verdad es que fue un buen cambio porque de aquellas el Espanyol era un equipo mucho mejor, más importante y tenía un montón de títulos. Además estuve con un entrenador que ya conocía, lo que me ayudó bastante", destaca Yáñez.

"Me emociona cuando veo que hay 48.000 personas viendo un partido de fútbol femenino. Eso antes era impensable"

Pero en pleno auge dentro del Espanyol, la jugadora decidió hacer un cambio radical: "Me llegó una oferta de México y como tampoco estaba pasando por un buen momento personal decidí irme. La negociación duró dos semanas como mucho. A los 15 días ya estaba en un avión dirección México, lo tenía muy claro".

Estando allí, a Marta Yáñez le pasó lo peor que le puede pasar a un fútbolista: lesionarse los ligamentos cruzados, lo que provocó que solo "estuviese cinco meses allí, porque me volví a España a hacer la rehabilitación con el Espanyol". Pero eso no la detuvo.

Y es que Marta continuaba con el gusanillo de querer volver a México. Y así fue. Al final acabó viviendo allí cinco años e incluso llegó a cambiar el balón de fútbol por el de fútbol americano.

"Mi hermano se echó allí una novieta y ella entrenaba al fútbol americano. Un día me dijo que fuese a probar. Me pusieron de receptora y me preguntaron si podía volver al día siguiente. Volví y empecé a compatibilizarlo con el fútbol. La verdad es que me gustaba muchísimo ese deporte ya desde pequeñita, porque estando en Barcelona iba con mi padre y con mi hermano a ver al equipo de allí -Barcelona Dragons-", cuenta la catalana, que para ser cosa de un día de prueba, acabó jugando en la Liga Profesional de Fútbol Americano de México con el Pioneras.

Sin embargo, las lesiones volvieron a asaltar a Marta, por lo que tuvo que volver a España para operarse y hacer rehabilitación. Al final, no le salieron mal las cosas porque estando en Barcelona "me llamaron y me hicieron una oferta para irme a Birmingham en Inglaterra. Me fui y estuve en la North Birmingham Academy rehabilitandome con gente conocida del Espanyol y la verdad es que me pusieron las cosas muy fáciles. Pero me volví a romper el ligamento cruzado entrenando yo sola. No me lo podía creer", resalta Marta Yáñez.

Cuando volvió a lesionarse, la catalana tuvo que replantearse la vida y decidió venirse a Galicia, ya que tiene familia aquí. Pronto llegó a oídos de Luis Treviño que una campeona como Marta había pisado tierras pontevedresas y "me llamó el presidente del Viajes Interrías para hacerme una oferta. Yo les dije mi problema en la rodilla, pero no me pusieron problemas y apostaron por mí. Me llevaron a Vilagarcía de Arousa a un readaptador. Ahora ya estoy perfectamente y ya he jugado cinco jornadas".

Desde que volvió a saltar al campo, Marta Yáñez se ha convertido en una de las referentes del conjunto de Luis Treviño, que a día de hoy se encuentra en plena lucha por las plazas de promoción de categoría: "Es cierto que es muy diferente en el tema futbolístico estar aquí, pero por lo demás, como yo ya no soy la misma de antes, yo lo llevo bien y estoy muy contenta con el equipo. Me han acogido muy bien. Estoy muy agradecida porque me hayan recuperado".

"Siempre estoy a tope con el equipo. Quiero aportar todo lo que pueda. Además estoy alucinada con la calidad que hay en la categoría, incluso en mi equipo tenemos gente muy buena como las portuguesas, por ejemplo", destaca.

Yáñez, que tiene contrato por un año pero con posibilidad de renovar, tiene claro que su objetivo futbolístico con el Viajes Interrías es "subir a Nacional. Me gusta mucho el ambiente que hay y aun por encima Luis Treviño nos exige mucho. A mi me gusta eso porque necesito que alguien me motive entrenando y me esté ahí metiendo caña".

Al haberse iniciado en el fútbol desde muy pequeña, Marta Yáñez es una de esas jugadoras que ha visto evolucionar el fútbol femenino español. "Ahora mismo está creciendo muchísimo y me emociona cuando veo que hay 48.000 personas viendo un partido de fútbol femenino. Eso no lo hemos victo nunca, antes iban tus familiares y ya. Desde que yo empecé ha habido una evolución impresionante, aunque aún queda mucho. Le están dando un empujoncito, pero gente como Vero Boquete, por ejemplo, hace que siga creciendo más".

Comentarios