Invertir en criptomonedas sin necesidad de venderlas

bitcoin

El mercado de las criptomonedas ha madurado tanto que ya es posible encontrar a todo tipo de perfiles de inversores que poseen alguna cantidad de estos ya no tan novedosos activos, de hecho ha supuesto la puerta de entrada en el mundo de las inversiones para personas que no se hubieran aventurado antes a comprar acciones de bancos, futuros de petróleo, etcétera o al menos lo hubiesen hecho en un momento de su vida mucho más avanzado.

Pero las criptomonedas son tan volátiles y pueden llegar a subir y bajar tanto que es difícil saber cuál es el momento ideal para comprar e incluso para vender, al fin y al cabo aunque bitcoin ahora valga 48.000 dólares existen analistas que especulan con que su precio ronde los 100.000 dólares a finales de este año o a principios del siguiente, ¿a quién debe hacerse caso? Lo cierto es que al final cada inversor tiene que decidir por sí mismo cuál es el mejor momento para comprar, vender o seguir acumulando, pero también es interesante conocer las formas de invertir que no implican la venta de las potencialmente valiosas criptomonedas.

Alquilar criptomonedas para obtener beneficios

Existen plataformas de alquiler de criptomonedas que permiten a los propietarios sacar unos beneficios pasivos mientras éstos esperan a que estas suban de precio para poder venderlas. Normalmente el propietario de las criptomonedas se compromete a alquilar sus criptomonedas durante un tiempo determinado, y cuanto mayor sea este mayor será el beneficio obtenido, ya que al no poder disponer de las criptomonedas cuando se desee se estará asumiendo el riesgo de perder la oportunidad de venderlas si el precio escala mucho de forma repentina, algo que en las criptomonedas no es raro.

Aunque esta forma de sacar unos ingresos extras con tus criptomonedas puede ser atractiva para ciertos tipos de inversores a su vez también lleva aparejados sus propios riesgos, ya que supone ceder temporalmente la custodia a un tercero -algo a lo que son alérgicos ciertos tenedores de criptomonedas que custodian sus activos digitales en wallets físicas siendo ellos los únicos guardianes de las claves- y aunque es de esperar que cuenten con todas las medidas de seguridad lo cierto es que tanto esta modalidad de inversión, así como cuando se dejan las criptomonedas en custodia de una exchange, implica dejar en manos ajenas la responsabilidad de la custodia, del mismo modo que aquellos que custodian sus criptomonedas por sí mismos asumen todos los riesgos y no pueden pedirle cuentas a nadie.

Trading con un bróker online

Si no se quiere ceder la custodia de las criptomonedas ni siquiera de forma temporal, o no se quiere perder la oportunidad de venderlas en cualquier momento o directamente no se desea ni siquiera comprar y vender criptomonedas de ninguna forma pero aún así se quiere especular con la cotización de bitcoin y otras criptomonedas un trader experto en mercados volátiles podría decantarse por abrir una cuenta en una plataforma de trading con CFD, en las cuales lo importante es el movimiento de los precios hacia arriba o hacia abajo, de tal forma que una vez previsto dicho movimiento se abrirá una posición apalancada que se cerrará si la posición alcanza el valor predeterminado por el trader al abrirla, lo cual terminaría en ganancias, o si la cotización se mueve lo suficiente en la dirección contraria, lo cual terminaría en pérdidas.

Aunque esta forma de invertir utilizando CFDs de criptomonedas también tiene sus riesgos, ya que el apalancamiento tan típico del trading online implica que las pérdidas sean mayores y más rápidas que cuando se invierte sin apalancamiento, aunque los traders profesionales también pueden aprovechar sus ventajas -obvio, o los inversores no lo utilizarían- como el hecho de que posibilita al trader abrir operaciones por una cuantía mayor de la que le permite su propio capital, de ahí el riesgo del que se hablaba.

Estas formas de generar ingresos extras con las criptomonedas deben ser declaradas en España, así que sería interesante llevar la cuenta de ganancias y pérdidas de forma metódica, ya que pueden implicar multitud de operaciones muy pequeñas, a veces incluso varias en un sólo día, lo que a la larga puede ser un quebradero de cabeza si no llevan las operaciones al día.