El Gobierno reitera su rechazo a la gestación subrogada y el PP se abre a regularla si no hay pago

El caso de Ana Obregón aviva el debate político en torno a una práctica ilegal en España
Irene Montero en sesión plenaria luciendo un brazalete en apoyo al aborto. EFE
photo_camera Irene Montero. EFE

El caso de la actriz Ana Obregón, que a los 68 años ha sido madre por gestación subrogada en Miami, ha avivado el debate político sobre esta práctica, ilegal en España, con posturas diversas: el Gobierno la rechaza, Ciudadanos la defiende de forma altruista y el PP se abre ahora a regularla si no hay pagos.

Esta práctica, por la que una persona o una pareja conciertan con una mujer la gestación de un bebé, es ilegal en España pero está permitida en países como Reino Unido y en algunos estados de los EE UU como Florida.

En el Gobierno hay unanimidad en el rechazo a la gestación subrogada e incluso han recordado que con la modificación de la ley del aborto, que entró en vigor a principios de marzo, aparece entre las violencias en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de la mujer. "Hay un sesgo de discriminación claro por pobreza", ha recalcado la ministra de Igualdad, Irene Montero, de Unidas Podemos, en alusión a los casos en los que la mujer que se queda embarazada obtiene dinero por ello.

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, del PSOE, ha subrayado que no están de acuerdo con esta práctica, aunque sobre la posibilidad de evitar que un niño nacido por gestación subrogada en otros países pueda vivir en España ha comentado que hay que analizar cada caso "de forma concreta".

Mucho más contundente, la ministra de Educación, la socialista Pilar Alegría, ha dicho que los vientres de alquiler son "una explotación hacia la mujer y un daño a los intereses superiores del menor" y ha criticado la imagen de Ana Obregón saliendo del hospital de Miami en silla de ruedas, que ha calificado de "dantesca".

El PP, dispuesto a abrir el debate

El debate político sobre la gestación subrogada sigue abierto en el PP, aunque la dirección nacional, en manos de Alberto Núñez Feijóo, se ha inclinado por abrir un debate para regular esta práctica con el requisito de que no exista "en ningún caso" ningún tipo de pago económico indirecto o directo a la madre gestante.

La línea roja para el PP es la "mercantilización", que en la dirección del partido consideran "execrable". Sí son favorables a discutir el resto de casos, siendo conscientes de que es un debate delicado en el que hay "distintas sensibilidades". 

La actual dirección del PP sostiene que la apuesta por abrir la discusión sobre regular este fenómeno es coherente con la posición expresada por el partido en su 17 congreso nacional, donde se pedía un debate en "profundidad, serio y sereno". 

Ciudadanos, a favor de los casos altruístas

El partido que apoya expresamente la gestación subrogada es Ciudadanos, que este miércoles ha aprovechado la polémica generada en torno al caso de Ana Obregón para reafirmarse en su defensa de una regulación en España de forma altruista siguiendo el modelo de países del entorno, así como de un marco jurídico seguro dirigido al mantenimiento de los derechos de los menores. 

"El objetivo es poder posibilitar que una persona que, por las razones que sea, no pueda engendrar hijos de una manera natural pueda conformar la familia que quiere o tiene en mente formar", ha declarado el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal.

En el caso de Vox, su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, comentó que su partido no había fijado posición al respecto, pero más tarde la formación reafirmó su rechazo a los también denominados vientres de alquiler e insistió en la necesidad de poner medidas para impedir su legalización "de facto".

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