La Audiencia de A Coruña ha condenado a 15 años de cárcel a un padre que violó a su hijo en varias ocasiones, en unos episodios que comenzaron cuando el menor tenía 12 años y que se alargaron durante más de un lustro hasta que este, venciendo el "clima de dominación y miedo" bajo el que su progenitor lo tenía sometido, denunció lo ocurrido, según explica la sentencia.
En base a pruebas como los restos de semen en el cuerpo y la ropa de la víctima o en la declaración de esta, "suficientemente sólida" como para "erigirse en prueba de cargo", los magistrados ven acreditado que los abusos comenzaron en forma de tocamientos en 2013 en el domicilio familiar de A Coruña. Aprovechando que su pareja estaba fuera trabajando, el encausado "se prevalía de la relación paternal" y del "miedo" para conseguir que su hijo cediera. Los abusos fueron en aumento y, ya con 14 años, el joven "comenzó a ser consciente" de lo que sucedía, si bien no podía rebelarse porque su padre "mostraba un comportamiento agresivo" hacia su madre y hacia él cuando se oponía a unos hechos que empezaron a incluir repetidas violaciones.
El sujeto actuaba convencido de que su hijo "no contaría nada" tras "manejarle con facilidad" durante años "haciéndole creer que era un secreto". Sin embargo, el joven logró poner fin a este infierno en 2019, con 17 años, cuando "pudo reunir la fuerza necesaria, con el apoyo de su novia", y denunció.
Ahora, la Audiencia considera al varón, de 50 años y que ya había pasado por la cárcel por hechos similares, culpable sin "ninguna duda" de un delito continuado de agresión sexual. Además de los 15 años de prisión, le impone 10 de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse o aproximarse a la víctima durante 24. Además, le retira la patria potestad con respecto a sus tres hijos.
