LA COMPAÑÍA que fundó hace 38 años Pablo Fernández Castro tiene actualmente 100 megavatios (MW) eólicos operativos, en su mayor parte en territorio gallego. Sumando los proyectos en desarrollo aquí, en otras zonas de España e incluso en el extranjero, esa cartera alcanza los 750 MW.
Norvento anunció en octubre una inversión de 150 millones para construir este año seis parques que derivan de la potencia adjudicada en la subasta de mayo de 2017. ¿Cómo avanza su desarrollo?
En efecto, esa inversión está asociada a varios proyectos que resultaron adjudicatarios de marco retributivo en aquella subasta. Pese a lo ajustado de los plazos y gracias a la experiencia y profesionalidad de Norvento, así como a una buena planificación, avanzan según nuestro plan. Estamos inmersos en la fase de construcción, que se prolongará durante varios meses y que concluirá con la puesta en marcha antes de finales de 2019, de acuerdo a lo establecido en las normas de dicha subasta.
¿Cuánta potencia sumarán al eólico gallego cuando estén operativos esos parques y cuál es el impacto a nivel de empleos?
Una vez concluidos, rondaremos los 228 MW instalados en Galicia. De acuerdo a indicadores económicos que se manejan en el sector, estimamos que la carga de trabajo generada, sólo por la construcción de nuestros proyectos, equivale a 1.500 empleos-año, repartidos entre las actividades de ingeniería, fabricación de equipos, obras e instalación. Ya en fase de explotación, la operación y el mantenimiento de esos parques eólicos contribuirá a generar varias decenas de empleos fijos. Trabajar con un equipo humano propio siempre ha sido seña de identidad de Norvento. El número de empleados que tenemos en Galicia ha crecido de forma sostenida y sostenible y alcanzará los 200 una vez que los proyectos estén en marcha.
¿Proyectan alguna repotenciación?
Nuestros parques aún tienen varios años de vida por delante, estamos valorando todas las opciones.
La patronal eólica gallega (Ega) aspira a que Galicia recupere el liderazgo que perdió en favor de otras comunidades con una inversión de unos 5.000 millones en la próxima década para poner en operación 4.500 nuevos megavatios. ¿Qué papel aspira a jugar Norvento en este resurgir del negocio del viento?
Sin duda vamos a ser partícipes, tenemos una cartera de proyectos importantes en Galicia que esperamos poner en marcha en los próximos años.
Y como fabricantes de aerogeneradores de media potencia, ¿cómo se presenta el nuevo escenario?
El contexto general es positivo para las energías renovables. En nuestro caso particular, nuestros aerogeneradores están orientados a la generación distribuida, que cada vez constituye una alternativa más interesante para la electrificación de determinadas zonas ubicadas en lugares remotos. Lo que, unido al contexto general, hace que sea un producto con buenas perspectivas en un mercado cada vez más global. ¿Cómo han evolucionado la cifra de negocio y el beneficio del grupo? ¿Cuáles son las perspectivas? Esperamos seguir creciendo e incrementar nuestra facturación en los próximos años, tanto derivada del negocio de producción de energía como de otras líneas de negocio asociadas a productos tecnológicos y a proyectos de generación distribuida.
La nueva sede de la compañía en Lugo es un ejemplo de autoabastecimiento. ¿Tienen en marcha proyectos para otros clientes interesados en generar su propio suministro a partir de fuentes renovables ahora que la regulación del autoconsumo eléctrico es más atractiva?
Sí, tenemos en marcha múltiples proyectos de autoconsumo en toda España, en los que trabajamos con clientes industriales que buscan depender menos de la red y ahorrar en su factura energética y que comprenden tecnologías de generación solar fotovoltaica, eólica y también el almacenamiento mediante baterías.
Norvento tiene presencia en Brasil, Estados Unidos, Chile, Polonia, Italia, España y Reino Unido. ¿En el caso de este último mercado, el Brexit puede afectar a los intereses del grupo?
Desde luego que va a complicar nuestra operativa allí, pero en este caso no tenemos más remedio que tratar de adaptarnos a lo que venga. Naturalmente, hemos tratado de cubrir nuestra exposición ante los posibles escenarios que se avecinan.
Todo indica que las renovables van a experimentar un despegue en la próxima década al amparo de los objetivos europeos de descarbonización. En este marco aparentemente favorable al crecimiento, ¿Norvento contemplaría una salida a Bolsa o al MAB?
Es algo que actualmente no está en nuestros planes. Tenemos una estructura de propiedad muy estable a lo largo del tiempo y siempre que hemos precisado acceder a financiación para crecer lo hemos conseguido.
