Solo 1.400 gallegos se vetaron del juego online pese al elevado número de apuestas

Únicamente Madrid tiene más salas físicas para apostar que Galicia
Una máquina de apuestas deportivas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)
photo_camera Una máquina de apuestas deportivas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)

Cuando la afición por apostar se transforma en ludopatía es necesario tomar medidas para tratar esta adicción, reconocida como enfermedad por la la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en este aspecto es fundamental una herramienta que el Gobierno pone a disposición de los jugadores, el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (Rgiaj). Inscribirse en él es uno de los primeros pasos que marcan los psicólogos y psiquiatras a los pacientes con esta dependencia patológica, quienes no tienen más que proporcionar sus datos personales para que el Ministerio de Consumo los incorpore a un fichero que hará imposible que vuelvan a registrarse en casas de apuestas online ni se les permita entrar en establecimientos dedicados a tal actividad.

A finales de 2020 había 1.392 gallegos registrados en esta lista, que está sometida a la más estricta privacidad. Son 137 más que un año antes, pero siguen muy lejos del porcentaje estatal, máxime cuando —según refrendan los datos— Galicia es una de las comunidades que más apuesta.

A la espera de recoger los frutos de la nueva ley del juego de la Xunta, la comunidad ostenta el cuestionado honor de ser la segunda en número de salas de juego, con 137 registradas en 2019, solo por detrás de las 194 de Madrid. Además, según el Anuario del juego en España 2019, elaborado por la Universidad Carlos III y Codere, Galicia es una de las que más dinero gasta en los locales físicos de apuestas junto a Madrid, País Vasco, Navarra y La Rioja, con los hombres de 25 a 34 años como el ‘target’ perfectamente definido.

Así, y con la convicción por parte de los expertos de que la pandemia ha trasladado las apuestas físicas a las pantallas de los móviles y ordenadores, los casi 1.400 gallegos inscritos en el registro de Consumo se presumen escasos. Representan solo un 2,5% de las 56.329 personas anotadas en toda España —cuando el peso demográfico gallego es del 6%—. A modo de comparativa, territorios con similares niveles demográficos superan holgadamente los dos millares de ludópatas en la lista, como Castilla y León (3.406) o Castilla La Mancha (2.806).

De todos modos, el aumento anual del 11% en Galicia es un indicativo de que cada vez hay más adictos que, con el registro en el fichero del Gobierno, dan el primer paso hacia su curación.

LUGO, CON EL MAYOR ALZA. La distribución de los datos por provincias atiende al volumen de población de cada una, con Lugo como tercera con 77 inscritos, que suponen un importante ascenso respecto a los 62 del año pasado, con lo que la provincia se convierte en la que experimentó un mayor alza porcentual de toda Galicia y entre los máximos de España.

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