Corría el año 1999 y la fotografía de Julia Roberts en la presentación de la película Notting Hill daba la vuelta al mundo. ¿La razón? Sus axilas sin depilar.
Un gesto que en ese momento se tomó como feminista. Casi 20 años después, ha sido la propia Roberts quien ha explicado el motivo de tal decisión y poco tiene de reivindicativa.
"Creo que no había calculado realmente la longitud de la manga ni tampoco el movimiento del saludo a mis seguidores. Eso reveló cosas personales sobre mí. Nunca lo olvidaré", confesó la intérprete durante una entrevista en el programa Busy Tonight.
"Así que no, no fue ninguna declaración de intenciones feminista, solo parte de la declaración que me hago a mí misma como humana que vive en este planeta", reconoció.