Crespo alaba a su interventora

Bien sabido es que si hay gentes que presumen de su tierra esas son, entre otras muchas, claro, las de Lalín (¡Viva Lalín, con razón ou sen ela! ¿Recuerdan?). En esa tierra del interior pontevedrés por mucho que la crisis azote y aunque le crezcan los enanos al Concello -y algunos, me dicen, se están convirtiendo en gigantes- siempre se habla con grandilocuencia. Hubo un tiempo, el de la bonanza y el derroche -más incluso que de dinero, de optimismo- en que todo, absolutamente todo se hacía a lo grande... grandes cifras, enormes proyectos, faraónicas ideas...y no crean que les hablo solo de los políticos. Ni mucho menos.

Les hablo de la gente de a pie y de buena parte de la clase empresarial. Las cosas han cambiado 'un chisco' que diría mi abuela, pero no se crean que tanto. Aunque es una anécdota, se ve que añorando tiempos pretéritos de mayor explendor, en el acta del penúltimo Pleno aparecía la cifra de 35 mil millones de euros..., una cantidad nada despreciable para un pequeño proyecto. Y es que aunque continúe habiendo comidas oficiales, algunas se han convertido en meriendas, en las fiestas ya no actúan las estrellas pop del momento ni a nadie se le pasa por la cabeza que recale Julio Iglesias o Manu Chao. Pero ciertos aires de grandeza no se pierden y si no que se lo digan al alcalde, Xosé Crespo, que aunque el multiusos Lalín le va a costar al Concello 7,1 millones de euros, dice que los descontará 'ipso facto' y que todo ha de salir bien porque, entre otras cuestiones, la encargada de velar por el buen estado financiero de las arcas municipales es un crack de interventora.

A Marta Oviedo -que además de elegante y simpática, es una profesional como la copa de un pino- le dedicó el alcalde unos cuantos piropos en el último Pleno. Y hasta la hizo echarse las manos a la cabeza cuando dijo que era usuaria habitual del Lalín Arena.

Comentarios