El ejemplo a seguir

rafa Nadal es el ejemplo a seguir. Pero no sólo por sus grandes victorias, que son muchas y hablan de la gloria imperecedera del record deportivo. Rafa es el ejemplo a seguir por su humildad y sacrifico, por su disposición a la modestia, por su sinceridad y espíritu de superación tanto en los momentos buenos como en los infiernos de la derrota. A Rafa no le van a echar los aficionados cuando deje de ganar y no traiga más Roland Garros a España. Nadal se irá antes de que le arrojen de las mieles de la adulación porque tiene principios y decencia, porque su código ético no le permitirá beneficiarse de lo que ya no merezca, aunque todos sabemos que los españoles siempre le seremos leales y le estaremos eternamente agradecidos por lo que nos ha dado. Por eso Rafal Nadal es el ejemplo a seguir, el ejemplo que debieran imitar muchos de nuestros hijos y nuestros políticos. Hijos que son el futuro de España. Políticos aferrados al poder como parásitos. Si algunos de los que hoy todavía mandan tuvieran una mínima parte de la dignidad de Nadal, la imagen de España sería mejor. Lo digo porque Nadal si es la marca España que queremos y debemos exportar, y no aquella imagen frívola de la champions league del sistema financiero que tanto hace desconfiar en el extranjero. El ejemplo de Nadal debiera enseñarse en la universidades, en los colegios o bajo las lonas acampadas del Movimiento 15-M. Esos libertadores oportunistas de la democracia justiciera que han decidido actuar cuando vieron que Zapatero, a quien votaron, iba a perder, son todo lo contrario de lo que representa la cultura del esfuerzo. A ellos les vendría bien menos teoría política y más espíritu democrático. Si se miraran en el espejo de Nadal sentirían un poco de orgullo personal y nacional, y quizás dejarían de ser herederos del relativismo y la escasez de oportunidades que ha generado el zapaterismo. Muchos de ellos son el resultado de la generación perdida de ZP. Y Nadal sabe ganar pero también sabe perder. Porque saber perder dice mucho de la honorabilidad del derrotado. A los socialistas castellano-manchegos, que han perdido las recientes elecciones, no les sienta bien la derrota electoral. Y se han puesto estupendos defendiendo las dudosas cuentas de la Junta de Barreda. El PP denuncia que se están destruyendo documentos oficiales. Y hasta hemos visto furgonetas con bolsas de basura repletas de papeles que, según los socialistas, no son públicos. Realmente resulta desalentador este traspaso de poderes poco ejemplarizante y de escasa calidad democrática. Porque este ensayo de traspaso nacional nos alerta sobre posibles hipótesis de bancarrota que los que vengan han de arreglar. Aznar tuvo que pedir un crédito para pagar las pensiones. Y entre bipartitos y tripartitos nos queda el agujero del saco roto del gobernante demagógico e irresponsable. Si Barreda y el PSOE han hecho las cosas bien nada tienen que temer. Y quizás por eso, el debate sobre el Estado de la Nación se celebra a finales de junio, en calendario de primarias y adelanto electoral. Da la impresión de que cuanto más se aferra el gobernante a la poltrona, más duro será el castigo electoral.

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