Las grandes estafas llegan también al mundo del trading

Los estafadores sacan a relucir sus estratagemas más peligrosas para llevarse el dinero de los que se animan a invertir.

Internet ha servido para democratizar muchos sectores que antes parecían accesibles solo para un selecto grupo de personas. La comunidad digital y sus avances han permitido que, sin ir más lejos, podamos adentrarnos en el mundo de las finanzas con tan solo necesitar algo de capital y un programa que nos permita operar en tiempo real, así como un smartphone o un PC para acceder a él.

La proliferación de plataformas como los brokers de Forex regulados ha permitido a muchos usuarios adentrarse en este terreno en entornos seguros. De hecho, contar con estos es la mejor forma de operar en el mercado de divisas sin el peligro de que haya lugar para alguna estafa o cualquier clase de maniobra perjudicial para el cliente. No obstante, no todo el mundo tiene tan presente esta necesidad.

Quienes caen en brokers que no están regulados por los correspondientes organismos se exponen al riesgo de caer en una estafa. De hecho, son muchos los que han pasado por ello. Los fraudes están pasando factura al sector del trading. Las estafas online están mucho más presentes y son mucho más numerosas de lo que pensamos, y su huella está siendo bastante grande dentro de toda la industria.

A comienzos de 2019 salía a la luz una estafa de este tipo que había robado más de 1 millón de dólares. La picaresca no es solo cosa de España, y cada vez se están registrando más casos de este estilo, en los que varias personas, sin conocer del todo cómo son los procedimientos legales en este terreno, han caído en las redes de estafadores que no han hecho más que lucrarse a sus expensas.

Estos se manifiestan sobre todo en forma de traders. Con la falsa premisa de ser unos profesionales experimentados en el sector, aseguran a los consumidores un acierto total en cada operación, sea del tipo que sea, a cambio de pagar unas cuotas determinadas o incluso de hacer determinadas operaciones. No piden mucho más, pero su objetivo es totalmente opuesto a lo que verdaderamente están ofreciendo.

Su presencia no es baja en absoluto, el número de estafas denunciadas en los últimos años deja claro que son muchos y que, además, saben organizarse perfectamente. Por eso, hemos de insistir: nunca confíes en un broker que no cuenta con las regulaciones pertinentes por parte de los diferentes organismos de este sector, como tampoco te fíes de la palabra de un supuesto profesional que te ofrece compartir contigo operaciones rentables.

¿Cómo actúan normalmente los traders estafadores?

Lo primero que hacen es buscar a un amplio grupo de usuarios prometiéndoles una rentabilidad casi imposible. El que tiene cierta experiencia real en el trading sabe que los beneficios, sobre todo los voluminosos, son algo que tarda bastante tiempo en llegar, por lo que se debe proceder con bastante calma y sin prisas. Estos estafadores no hacen eso, prometen ganar mucho y muy rápido.

¿Una rentabilidad del 30% mensual?, ¿una del 150% anual? Sin duda, estas cifras se alejan de cualquier escenario real y, por lo tanto, son juegos de espejos con los que intentan engatusar a los más incautos para que caigan en sus timos y fraudes.

Para seguir atrayendo miradas, suelen realizar varias estrategias diferentes. En primer lugar tratan de demostrar su fiabilidad con algún caso excepcional de inversión en el que se alcanza una rentabilidad descomunal. ¿Cómo consiguen eso? Abren numerosas cuentas pequeñas para hacer movimientos sumamente arriesgados. Uno de ellos debe funcionar tarde o temprano por mera probabilidad, y ese es el que aprovechan para ilustrar su supuesto éxito y conocimiento del sector.

Otra estrategia es acertar pronósticos. Para ello, cogen a un grupo amplio de usuarios y les anuncian operaciones diferentes por realizar, haciendo una separación entre dos sectores. Aquellos en los que se dé el fallo, quedan fuera del resto del procedimiento; mientras que los acertados siguen adelante, y se vuelven a separar en dos con otra operación. Así, sucesivamente hasta que quede un pequeño grupo al que se le propone hacer una inversión más contundente a través de una plataforma concreta.

¿La trampa ahí? Que la plataforma no es nada fiable, y que la inversión jamás se podrá recuperar. Todo ese dinero se va al estafador, que termina de afianzar su fraude y se marcha con todo lo ganado a expensas de los que han confiado en él.

Las estafas de trading están más presentes de lo que se piensa. Por eso, lo mejor es formarse debidamente y operar siempre con brokers que sean realmente fiables y tengan las aprobaciones pertinentes. Fuera de ese terreno, todo lo que hay es bastante peligroso, hasta el punto de que puede provocar pérdidas de miles de euros fácilmente.