¿Por qué se ha disparado la popularidad de las Slots online?

Slots

Un breve repaso a los informes que trimestralmente publica la Dirección General de Ordenación del Juego basta para confirmar que las tragaperras de los casinos online, también conocidas como “slots online”, han experimentado un incremento sustancial en las cantidades jugadas. De los cerca de 763 millones de euros del primer trimestre de 2018 se ha pasado a los más de 1.333 millones jugados durante el tercer trimestre de 2020, lo que supone un incremento que ronda el 76 %, un porcentaje nada despreciable si lo comparamos con la subida del 20 % de las apuestas deportivas durante ese mismo periodo, unas cifras significativas dentro de un negocio ya de por sí muy rentable.

¿A qué se debe este crecimiento? No hay un único factor que pueda justificar el aumento en popularidad de las máquinas de azar. En primer lugar, el hecho de que el público estuviese familiarizado con las mecánicas de este tipo de juego supone una ventaja frente a otros productos como el poker o las apuestas cruzadas, donde es necesario un proceso de aprendizaje cuya curva de dificultad puede disuadir a un gran número de potenciales jugadores.

Las tragaperras físicas están presentes en casi todos los establecimientos de hostelería -una situación no exenta de controversias cuya regulación se incluirá en futuras leyes del juego autonómicas-, y su funcionamiento resulta relativamente sencillo en comparación con el de los ejemplos anteriormente mencionados.

Un segundo motivo podría estar en las licencias de series, películas, novelas y grupos musicales con las que cuentan muchos de los títulos. Juego de tronos, La casa de papel, Terminator, El hombre invisible o Megadeth son solo algunos de los ejemplos de franquicias o grupos que han alcanzado un notable éxito en su traslación al mundo de las tragaperras. El formato digital permite que incorporar vídeos, efectos de sonido y animaciones resulte más sencillo que en una máquina de azar convencional, con lo que aumenta su impacto a la vez que se contienen los costes de producción, lo que redunda en el beneficio de los grandes desarrolladores como Microgaming.

Otro elemento que no se puede obviar es la relación entre la cantidad invertida por jugada y el premio máximo que se puede obtener. La apuesta mínima habitual en las slots online suele ser de 0,20 €, y las ganancias que ofrecen en un solo giro llegan a alcanzar 25.000 veces esta cantidad (aunque lo más frecuente sea un intervalo de 5.000-10.000 veces la apuesta). A esto se suma la irrupción de los botes acumulados o “jackpots” progresivos. La cuantía de un “jackpot” se incrementa con un porcentaje de cada apuesta individual en una slot -incluso puede estar conectado con varios títulos simultáneamente, lo que acelera su crecimiento-, lo que, unido a la frecuencia con que se otorga, permite que alcancen cantidades muy atractivas, de cientos de miles de euros, un factor determinante para el auge de los juegos de azar.

El incremento del catálogo de títulos es también responsable del éxito de este formato de juego digital. Hay casinos online que ofrecen cientos de títulos de tragaperras online temáticas entre los que escoger, y periódicamente incorpora novedades a su cartera de productos. Así, el usuario tiene la opción de cambiar la apariencia y el desarrollo del juego principal sin salir del corpus de mecánicas que ya conoce, le basta con cambiar de máquina, lo que permite una mayor variedad en las partidas que reduce la posibilidad de hastío de un único título.

Tampoco se puede despreciar el uso de metadatos como recurso a la hora de diseñar nuevos títulos y funciones de juego. En su formato virtual, resulta sencillo recabar información sobre los patrones de juego de los clientes y los tiempos de uso. Si se combinan los datos obtenidos en varios títulos, resulta muy sencillo evolucionar el diseño hacia modelos que se adapten a las preferencias generales de un determinado público y pulir aquellas funciones que no resultan rentables. Además, toda la información recopilada se puede utilizar también en combinación con otras estrategias de marketing.

Por último, cabe destacar la evolución del juego base. De las tradicionales máquinas de frutas (las tradicionales tragamonedas cuyos símbolos son frutas, campanas, bars, etc.) con una sola línea de premio, se ha pasado a formatos que ofrecen miles de posibilidades para obtener combinaciones ganadoras, como pueden ser Megaways o Ways to Win, o a modelos que directamente rompen con las líneas ganadoras que empiezan en el extremo izquierdo de los rodillos, para pasar a un sistema de pagos más parecido a juegos como Candy Crush, donde el objetivo es obtener grupos de símbolos iguales en posiciones adyacentes -lo que se conoce como “cluster pays”.