Indecencia e inmoralidad

Estos días se ha conocido la noticia de que una periodista que trabaja en Sudán va a ser juzgada, y presumiblemente condenada, por vestir pantalones públicamente.

Algo que en la mayoría de los países resulta impensable, sigue siendo un delito en otros como Sudán, donde sus leyes penales imponen como pena el castigo físico, el empleo de fuerza y violencia corporal para sancionar conductas ''inmorales e indecentes'' y, que una mujer use pantalones lo es en Sudán.

La periodista Lubna Husein trabaja en la sede de la ONU en Sudán, y un día de julio salió a la calle vistiendo pantalón; algún defensor de la moralidad y la decencia la denunció y ahora se enfrenta a un juicio del que puede salir condenada a recibir latigazos o, en el mejor de los casos, a pagar una multa (lo que las mujeres pobres ni siquiera tienen como opción, aunque ¡claro está!, tampoco tienen pantalones).

Afortunadamente Lubna podrá pagar la multa y se librará de los latigazos, y de paso dará a conocer al mundo las leyes inmorales e indecentes de Sudán, igual que su régimen judicial.

Un País donde la ley castiga algo tan absurdo como que las mujeres no puedan vestir pantalones en público merece, como mínimo, el reproche de los Países ''civilizados'', que además de apoyar a Lubna deberían exigir a Sudán la derogación de todas las leyes que discriminen y atenten contra las mujeres.

Son indecentes e inmorales quienes aprueban y aplican leyes discriminatorias y absurdas, nadie es más indecente e inmoral que ellos, y no sé como no se sienten ridículos y despreciables dictando una sentencia que condene a una mujer que viste pantalón y otras muchas que pretenden sólo discriminarla, despreciarla y hacerla invisible y sumisa.

En Sudán, los hombres morales y decentes han salido a la calle para que se castigue duramente a Lubna porque, según ellos, es una ''prostituta''. Existe calificativos suficientes para designar a estos moralistas y protectores de la decencia, pero directamente lo que se merecen no son calificativos sino que alguien les enseñe a dejar de ser tan absurdos, ignorantes, machistas y descerebrados.

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