Los Bomberos y la cría de gaviota

Todo el mundo tiene dos imágenes asociadas a los Bomberos: la mayoría, sofocando un incendio en una vivienda o colaborando en un accidente de tráfico; los menos, rescatando a un gato que se ha quedado atrapado en un árbol.

Pues, qué quieren que les diga, a mí me gusta mucho más esta segunda faceta (sin menospreciar, por supuesto, a todas las demás) porque me parece más tierna, más dulce. Y precisamente ayer se dio una de ellas. Fue al mediodía, cuando el sol caía a plomo y hacía un calor que derretía el asfalto. Un vecino de Cobián Areal llamó a los Bomberos para explicarles que una gaviota se había caído al patio interior de su edificio y no podía salir.

Al llegar, primer problema: el piso que comunica con el patio estaba desocupado. Hubo que lanzar una escalera desde un piso cercano para llegar hasta el protestón plumífero, una cría de gaviota que no opuso ninguna resistencia a su rescatador. Como si con su sumisión le estuviese agradeciendo tan generoso gesto.

El caso es que el ave fue trasladada al Parque de Bomberos, donde la colmaron de ‘mimitos’, le dieron pan y la bañaron a conciencia para aliviarla del tremendo sofocón. Ya por la tarde se la llevaron los chicos del Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo. Ya ven, una historia de Bomberos con final muy feliz. De las que me gusta compartir.

Y para seguir hablando de calores y de sol, qué favorecido y morenazo apareció ayer el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, en Portonovo, para izar la bandera azul del Puerto Deportivo. Luciendo una camisa azul cielo que le resaltaba aún más el bonito tono, su renovado ‘look’ veraniego fue uno de los temas de conversación del acto. Se nota que a Agustín le están sentando muy requetebien esas sesiones de ‘footing’ a las que es tan aficionado.

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