Un supuesto secuaz de Castor dice que llamaba turcos a unos furtivos de Noia

Castor, este miércoles durante el juicio. GONZALO GARCÍA
photo_camera Castor, este miércoles durante el juicio. GONZALO GARCÍA

Marcos, uno de los procesados y que, según la Policía, era uno de los distribuidores en Galicia de la heroína de Castor, esgrimió toda clase de escusas para intentar escurrir el bulto. Sí admitió que conocía al mosense, e indicó que se veía con él a menudo "porque se me jodía el coche que me había vendido". Indicó que le conoció en su furancho, y añadió que compraba vieiras furtivas en Noia, lo que le aportaba beneficios.

Afincado entre Pontearnelas y Vilagarcía, señaló que en las conversaciones telefónicas, cuando hablaba de ‘Los Turcos’, no se refería a nadie relacionado con la heroína, sino a las personas de Noia que le suministraban las vieiras. Además, cuando hablaba de '40.000' dijo que "eran pesetas. Yo me manejo mejor en esos términos".

Exagente de la Guardia Civil, cuerpo en el que dijo haber estado durante 18 años, explicó que las armas que fueron halladas en el registro de su vivienda las tenía allí olvidadas de aquella etapa, pero que no eran para utilizar.

Sobre las entregas de dinero en efectivo que realizaba a Castor (que la Policía Nacional señala como pagos de heroína,) el procesado adujo que "cuando me pedía el dinero era porque le debía de la compra de un coche, que le estaba pagando a plazos".

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