"Este año es una ruina": las secuelas de la covid-19 para el pequeño productor

Los vendedores de excedentes sufren grandes pérdidas de producto ante el cierre obligatorio
Benjamín Blanco en su pequeño local de la Praza de Abastos de Marín. DP
photo_camera Benjamín Blanco en su pequeño local de la Praza de Abastos de Marín. DP

El miedo a salir y la incertidumbre ante las medidas ahora en marcha, son algunos de los motivos más repetidos por los pequeños productores que solían vender a diario su fruta y verdura en la Praza de Abastos de Marín. Después de varias semanas sin poder hacer ningún tipo de venta, las pérdidas son cuantiosas, ya no solo en la falta de ingresos, sino en el desperdicio de producto. Un caso especialmente notable entre los vendedores de excedentes que no han podido realizar ningún tipo de venta hasta esta semana.

"Tenemos mucha mercancía sin vender", explica la agricultora María Teresa García, que acudió este jueves a su puesto en la Praza de Abastos por primera vez desde que estalló la crisis causada por la covid-19. "Las agrarias por ejemplo sí pudieron vender, pero nosotros no podíamos acudir al mercado", su principal escaparate de venta. La única alternativa que han podido emplear ha sido a través del teléfono clientes fijos que conocen a Teresa y que por esta vía podían contactar t con ella a pesar de la situación, pero fueron casos aislados, explica.

El pimiento de Herbón es su especialidad, un producto que disfruta de su temporada fuerte precisamente en estos meses y que tiene su principal consumidor en otro de los sectores más perjudicados por la crisis sanitaria: la hostelería. "Los bares van a abrir en junio, nuestra producción empieza ahora en mayo y luego solo tenemos dos meses antes de que empiece el colegio", explica Teresa. "Este año es una ruina".

El tapeo en bares yrestaurantes y, sobre todo, el turismo son los principales consumidores. "¿A quién se lo vendes ahora?".

Las pérdidas que esta situación ha causado y causará en los próximos meses tendrá consecuencias hasta el 2021. "Nosotros vivimos ahora de esto para aguantar el invierno. De octubre a marzo no tenemos cosecha", señala García.

La vendedora marinense María Victoria Rodríguez ha sufrido un caso similar. "He perdido bastante producto", destaca. "Esperemos que a partir del día 11 mejore un poco la afluencia de gente con la apertura de todos los establecimientos", explica. Aunque sí destaca la ayuda de los clientes fijos, "no te dejan abandonada, te buscan".

El desconocimiento de los propios vecinos ante la apertura del mercado es otro de los grandes problemas. "Hay menos gente mayor", destaca Benjamín Blanco, que mantuvo su puesto de la Praza cerrado tan solo 15 días. "Hay menos afluencia, pero la gente que viene suele comprar más, así que se compensa". Tampoco ha contado con problemas de distribución porque "la mayoría de las cosas que producimos las vendemos nosotros", aunque durante las dos semanas de cierre sí ha sufrido grandes pérdidas de producto.

La 'nueva normalidad' llega al Mercado
La desescalada permite ahora la venta de excedentes en los Mercados, sin embargo, tendrán que adaptarse a la nueva normalidad. Entre las medidas se encuentra la limitación de la venta a tres días por semana, (martes, jueves, sábados y vísperas de festivos) y con distancias de seguridad entre puestos para evitar contagios.

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