El comercio de Marín agradece el apoyo

Los marinenses tenían ganas de volver a llenar de vida las calles de su localidad. Con el comienzo de la semana también llegó el inicio de esta la fase 1 de la desescalada, en la que por fin se puede volver a disfrutar del atractivo terraceo, un hábito que en Marín los vecinos ya echaban de menos. Y es que, de hecho, esa morriña se notó ya durante toda la mañana y todas las terrazas que estuvieron disponibles lucieron prácticamente llenas.

A pesar de que algunos de los bares y cafeterías más emblemáticos de la villa decidieron mantener sus puertas cerradas, fueron muchos locales los que optaron por retomar la actividad. Un balance hecho público por el Concello contabiliza cerca de 12 terrazas habilitadas en el casco urbano. No fueron las únicas que se atrevieron a abrir, ya que los locales de costa, como en el de Portocelo, aprovecharon esta primera jornada de sol para atraer a los paseantes.

Uno de los bares del casco urbano que regresó tras dos meses con el pestillo puesto fue el Umia, famoso por sus tapas y bocadillos. Eduardo Rodiño, su gerente, se mostró muy optimista y satisfecho con la reapertura. "Por la mañana nos entró un poco el miedo porque hasta las 11.00 horas estuvo esto muy parado, pero a partir de esa hora empezaron a llenarse las mesas y, desde las 13.00 horas, ya empezamos con el servicio de comidas sin parar. Estamos muy contentos", explica el hostelero, que con la posibilidad de habilitar la terraza al 50% pudo contar con seis mesas a disposición de sus clientes.

De hecho, al igual que en otros bares y cafeterías de la villa, hubo personas que esperaron a que las mesas se quedasen libres para poder disfrutar de un buen café, un refresco o una saciante cerveza bajo el cálido sol

El buen tiempo no solo se convirtió en el mejor aliado de la hostelería, si no que también para el resto de comercios, ya que la gente se animó a salir a realizar diferentes compras. Monchi Moledo, dueña de la tienda de ropa Toscana Store, explicó que "tuve una mañana muy buena. Vi a la gente con muchísima ansia por comprar, porque todos lo deseaban, incluso yo estoy deseando poder hacerlo en otros sectores". Aún así, la gerente marinense es consciente de que "tenemos que tener cuidado porque igual esto es una trampa, hay que ver como va evolucionando la cosa".

Desinfección en una terraza de la calle Concepción Arenal, en Marín. GONZALO GARCÍA
 

BUEU. Por su parte, en el Concello de Bueu, los vecinos tuvieron un primer contacto con la fase 1 un poco más tímido. A pesar de que por la mañana las calles buenenses gozaron de un buen ambiente, fueron muchos los establecimientos y hosteleros que permanecieron con las puertas cerradas. Muchos locales del casco urbano ya se están preparando para abrir en los próximos días, ya que necesitan acondicionar los establecimientos para atender a los clientes con seguridad.

Los cementerios municipales, tanto de Bueu como de Marín también abrieron este lunes sus puertas y ya fueron algunos vecinos los que se acercaron para dejar flores a sus seres queridos después de dos meses sin poder hacerlo.