"Cuando los padres no se llevan bien, se crea un desajuste en el niño"

Esta profesional explica que los menores de edad mandan señales en la forma de comportarse en el colegio o en el ambiente familiar si tienen alguna necesidad que deba ser intervenida. El Concello de Bueu acaba de poner en marcha un programa para prestar apoyo a estas familias

Irene Fariña. D.P
photo_camera Irene Fariña. D.P

El concello de bueu ha puesto en marcha un programa de atención psicológica al menor, subvencionado por el Programa Operativo FSE Galicia 2014-2020 de la Xunta de Galicia. Con esta iniciativa se trata de prestar apoyo a las familias en situación que entrañan algún conflicto y facilitar la coordinación entre el departamento de Benestar Social y los centros educativos.

¿En qué consiste el programa de apoyo psicológico al menor que ofrece el Concello de Bueu?
Es un programa en el que atendemos a niños y familias. Tenemos comunicación con los centros educativos y con el Centro de Saúde. Hablaremos con las tutoras de los colegios y con las familias para ver cuáles son las necesidades de esos niños, y escucharlos a ellos también. Se trata de unificar criterios y aplicar coherencia en la educación de los chavales, ya que a veces en casa se hace una cosa y en el colegio otra. Trabajamos también con la asistenta social. Se trata de trabajar de una forma coordinada para tener una respuesta global.

¿Qué necesidades tienen estos niños?
Las necesidades son muy variadas. Lo que tienen en común es que están pasando una situación complicada: una separación, la muerte de un familiar, un ambiente económico precario, los padres tienen algún tipo de desajuste,... Cualquier cosa que se escape a lo que es el prototipo de una familia normal y que a los niños les esté causando algún tipo de desequilibrio. En esos casos serían en los que intervendríamos. De ahí la comunicación con los centros y con las familias. Es más como un paso previo a tomar otras medidas. Pretendemos darles un apoyo psicológico para que puedan reencauzar la situación.

¿Cuáles son las necesidades más comunes de los niños?
Las necesidades suelen ser afectivas, niños que en algún momento sienten que sus emociones o sus sentimientos no son tenidos en cuenta, o los padres no saben cómo afrontarlos. Este es el factor común de todos estos niños. Después están las situaciones, como la separación de los padres, que si por ejemplo los padres se llevan mal, y no hay buena comunicación entre ellos, causa que el niño se sienta entre uno y otro. Este puede ser el factor común predominante en la mayoría de los casos. Si la pareja se separa, pero mantiene una relación cordial por el bien del niño, la separación no crea ningún tipo de problema en el menor. Cuando esa separación se produce y los progenitores no se llevan del todo bien, es cuando el niño se siente que está entre dos polos, quiere a los dos, y le crea un desajuste. Parece que sus necesidades no están cubiertas. Después también está el momento económico que están pasando muchas familias aquí, niños que se están criando sin recursos, y eso evidentemente afecta a todo el núcleo familiar.

Sería necesario cambiar ese ambiente familiar para ayudar a la recuperación del niño.
Claro. Desde aquí se interviene tanto a las familias como a los niños. Los niños vendrán una hora por semana, y también las familias, a las que se les dará unas pautas para que las apliquen en su casa. Después va a haber reuniones mensuales con los centros educativos, para ver si se está notando la intervención o no y que nos digan en qué necesitan que actuemos.

¿Los menores mandan señales de que se encuentran en una situación con alguna necesidad?
Las señales las dan las mismas familias; el colegio, que detecta cualquier cambio en el comportamiento del niño, si está más tranquilo, si está más nervioso, y en el Centro de Saúde por supuesto también, por ejemplo con un coma etílico en la adolescencia. Son señales que te muestran que ahí hay un problema, hay que intervenir. En la infancia y en la adolescencia todavía estamos en fase de prevención secundaria. Empiezan a verse los problemas pero todavía hay muchas líneas de intervención. Cuando se hacen adultos los problemas tienden a enquistarse.

Uno de los principales problemas que tienen estas familias es no poder costearse un psicólogo para tratar estos casos, de ahí la importancia de estos programas.
A veces quién más necesidad tiene menos acceso tiene, entonces esto es un poco para paliar esa situación, porque está claro que el programa está enfocado en primer lugar a estas familias que no tienen recursos para pagar ellos mismos atención psicológica. Está claro que hay muchísima necesidad de apoyo psicológico general. Es una intervención preventiva.

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