La Guardia Civil de Moaña tiene centrados todos sus esfuerzos en investigar el trágico suceso registrado en la noche del jueves en la AG-46, a la altura de Meira, en el que un hombre, tras provocar una accidente con el coche en el que circulaba para, presuntamente, tratar de acabar con la vida de su esposa, que iba de copiloto, saltó la mediana de la vía y provocó su propio atropello.
Su estado actual, aunque reviste gravedad, no hace peligrar su vida después de que los sanitarios consiguieran estabilizarlo. El conductor, vecino de Vigo de 41 años y con iniciales A. M. R. G., sigue ingresado en este mismo centro sanitario.
La prioridad ahora del puesto moañés de la Guardia Civil de Tráfico, que será el encargado de tutelar la investigación de lo ocurrido, es esclarecer con pelos y señales las causas de los hechos, habida cuenta que todo apunta a un posible caso de violencia de género. Para ello, fuentes del cuerpo confirmaron este viernes que, entre los primeros pasos que darán, figuran los interrogatorios a los testigos que se vieron implicados en el suceso.
Fueron precisamente ellos, y algunos de los equipos de emergencia que acudieron al lugar, los que explicaron que el incidente se inició con una discusión de la pareja, mientras viajaba a bordo de una Citroën Berlingo. En un momento dado, el conductor accedió a la recién inaugurada autovía. Lo hizo a la altura del enlace de Meira, pero en sentido contrario, con el claro objetivo de provocar un accidente mortal para él y la mujer, que más tarde relató los hechos a los agentes que allí se personaron.
