Ascienden a seis las víctimas del cura salesiano que abusó de menores en Cambados

El sacerdote, que era profesor de religión y director del campamento, se enfrenta a penas que oscilan entre los 12 y los 36 años de prisión
El auto fue dictado en la Audiencia de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera El auto fue dictado en la Audiencia de Pontevedra. DAVID FREIRE

Las dos últimas denuncias y las correspondientes pruebas aportadas a la causa elevan a seis las presuntas víctimas de S.C.V., sacerdote salesiano afincado en Vigo y que abusó de al menos media docena de menores de edad cuando estaban en un campamento que tiene la congregación en el municipio de Cambados y, en uno de los casos, en las propias instalaciones docentes de la ciudad olívica. Así lo ha podido saber este periódico tras acceder al auto en el que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra deniega la puesta en libertad provisional del cura, que lleva encarcelado de forma preventiva desde que fue arrestado en julio de 2018.

"Existen indicios de la comisión por parte del investigado, sacerdote salesiano, de seis delitos de abuso sexual a seis menores de 16 años, hechos presuntamente cometidos durante el verano de 2018 en el curso del campamento juvenil estival en Cambados, en cinco de los casos, y en las dependencias anexas al colegio, en el caso de otro menor", explica el auto.

"Los hechos habrían consistido en múltiples tocamientos en la región genital de los menores, bien cuando se encontraban acostados en horas nocturnas, bien cuando estaban viendo un partido de fútbol", añade la Audiencia, que expone que "el investigado, además de ser sacerdote en el colegio, era confesor y profesor de religión de algunos de los menores y director del campamento". Los hechos que se investigan, señala el auto, acarrean penas que oscilan entre los dos y los seis años de cárcel por cada uno de los delitos, por lo que se enfrentará a una posible petición de condena que oscilará entre los doce años, como mínimo, y los 36, como máximo.

Precisamente la gravedad de los hechos unida a "los indicios de criminalidad" que existen en base a las declaraciones de los menores, testigos y peritos, empujan al tribunal provincial a mantener al sacerdote entre rejas, a la espera de que el juzgado vigués que instruye las diligencias concluya con su trabajo e impulse la apertura de juicio oral.

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