ENTRE nubarrones y llovizna, la emblemática playa sanxenxina de A Carabuxeira lució ayer, por primera vez en 20 años, una imagen renovada que, a pesar de no poder hacer las delicias de los bañistas debido a las inclemencias meteorológicas, sirvió para reafirmar su poderío como playa urbana en el municipio.
Y es que, tras varios meses de trabajo, la empresa concesionaria de la regeneración de la playa entregaba por fin la primera fase de la obra, que ha recuperado el árido perdido hace décadas, y que fue a parar al fondo marino próximo debido a años de arrastre de las corrientes, tras la construcción del espigón del puerto deportivo de Sanxenxo. La recuperación del perfil de la playa es evidente. Y también la actuación acometida que ha permitido calzar los muros de las viviendas próximas con la arena, y que en las últimas décadas aquejaban un enorme deterioro debido a la desaparición de la arena de la playa.
Los tubos geotextiles, colocados como medida provisional para contener el árido, hasta que en una segunda fase se construya el dique definitivo, son visibles parcialmente por veces, cuando baja la marea. Y es que Carabuxeira espera todavía un aporte mayor de arena en esa segunda fase, en la que, además de los 10.000 metros cúbicos ya reintegrados a su origen, podrá contar con otros 14.000 metros cúbicos más.
A pesar de que los vecinos del lugar esperan esta segunda fase como agua de mayo, la solución realizada por medio de la colocación de los tubos geotextiles provisionales, que hacen la función de barrera, es pionera en el Estado español, y, tal y como recordaron desde el Consistorio, es habitual «en países del norte de Europa, donde los temporales azotan con dureza durante los meses de invierno».
Pero Carabuxeira ya no espera vivir ningún invierno tan duro como los anteriores, que maltrataron y con creces a la ya de por si deteriorada playa. Ahora, las piedras que inundaban toda la superficie arenosa son cosa del pasado. Y esto se consiguió mediante el uso de una draga y palas excavadoras, con las que se fue distribuyendo la arena extraída desde el fondo marino mediante un barco que surcó las costas del famoso arenal durante los últimos meses, para acomodarla de nuevo en la playa, marcando un perfil y una cota que, aseguraron desde el Gobierno local, «se irá modificando de forma natural hasta su completa estabilización en el arenal».
El proyecto integral, recordaron desde el Consistorio, se encuentra en tramitación ambiental desde el pasado 15 de abril y, además de sumar más árido a la playa, incluye un paseo marítimo de 360 metros entre Panadeira, Lavapanos y A Carabuxeira, que permitirá el tránsito peatonal, además de la colocación de rampas de mampostería, de hormigón y escollera, que quedarán semisumergidas a modo de barrera definitiva que evite la pérdida de árido.
LAVAPANOS. Aunque las piedras de A Carabuxeira ya están ocultas, su vecina Lavapanos todavía aqueja los mismos problemas. En este sentido, el Concello prevé actuar antes del siguiente verano en el arenal, para realizar una aportación de arena que solucione de forma temporal la situación de esta playa. Así, y tras la reapertura de Carabuxeira, han recordado que Nauta se encuentra tramitando un informe de compatibilidad de estrategias marinas y la posterior autorización en Costas, con el objetivo que la regeneración de este arenal esté lista la próxima primavera.
