La mayor red de heroína de España tenía un almacén en Vilagarcía

La Audiencia Nacional ha condenado a trece años de cárcel a su líder, un ciudadano turco con negocios lícitos que le servían de tapadera
La heroína incautada a la organización criminal en Caldas de Reis y en Vilagarcía. DP
photo_camera La heroína incautada a la organización criminal en Caldas de Reis y en Vilagarcía. DP

El turco Turan P. llevaba años siendo uno de los principales objetivos de la Brigada Central de Estupefacientes. La Policía Nacional le consideraba el líder de la principal red internacional de tráfico de heroína que operaba a gran escala en España. Contaba con compatriotas suyos como hombres de confianza y con toda una estructura de ciudadanos búlgaros a sueldo para realizar los transportes a través de la Ruta de Los Balcanes. Desde marzo de 2017, la Sección de Heroína le venía pisando los talones. En Valencia, en Alicante y en Sevilla había gestado distintas operaciones, pero no fue hasta que organizó un cargamento destinado a las Rías Baixas cuando acabó siendo descubierto. La aparición en escena de la Udyco de Vigo y, especialmente, la colaboración del Greco Galicia, resultaron vitales para dar con uno de los almacenes del entramado criminal en España. Ubicado en un chalé de Vilagarcía, su hallazgo fue el principio del fin del imperio que ya había conseguido levantar Turan al tiempo que regentaba un exclusivo Loungue Bar en pleno centro de Madrid.

La investigación, que halla ahora respuesta en la sentencia condenatoria dictada por la Audiencia Nacional, comenzó en marzo de 2017. La Policía tenía constancia de que en torno al citado local, el turco celebraba "numerosas reuniones preparatorias de las operaciones de transporte y entrega de heroína". La sentencia considera acreditado que la red tenía capacidad para distribuir droga a gran escala desde Turquía y Los Balcanes a diversas provincias españolas y también a Portugal, país que recibía las sustancias a través del almacén descubierto en plenas Rías Baixas.

Las pesquisas que sirvieron para la caída de la red comenzaron en el local del barrio madrileño de Tetuán. La Policía tuvo constancia de la llegada del emisario de la red turca que, procedente de Sofía, acudió a Madrid acompañado de dos ciudadanos búlgaros. En esa reunión se preparó el envío que, en parte, sería incautado días después en O Salnés. Tras un viaje a Sevilla, el turco y los dos búlgaros vuelven a encontrarse con Turan P. y con su brazo derecho, compatriota suyo, el 24 de enero de 2018. Desde ese instante, la Policía ya no les perdería la pista.

Los capos enviaron hacia Galicia a aquellos búlgaros que habían llegado desde Sofía. El viaje lo realizaron dando un rodeo, pasando por Burgos y Palencia y dirigiéndose a Galicia por el Sur, hasta llegar a Vilanova de Arousa. Allí, también en un bar, se reunieron con una persona que no pudo ser identificada, y regresaron a Madrid.

Al día siguiente, el 27, otros cuatro búlgaros se dirigen a Pontevedra. Dos de ellos llegan en un Citroën alquilado para la ocasión, mientras que otros dos viajan en un Audi A6 matriculado en su país. Tenían las órdenes precisas de entregar la droga a sus clientes gallegos, entre los que se encontraba Miguel S., vecino de Vilaxoán. Establecieron contacto con él, que llegó al lugar al volante de un Peugeot, en el Lidl de Vilagarcía. Desde allí se dirigieron a la vivienda del gallego, introduciendo los coches en la rampa del garaje. La sección de Heroína de la BCE, el Greco Galicia y la Udyco de Vigo decidieron actuar.

Así, sobre las 14.30 horas, la Policía dio el alto al Audi A6 de dos de los sospechosos. Fueron detenidos a la altura de Caldas con unos cinco kilos de heroína. Acto seguido arrestaron a Miguel S., también en su coche. Llevaba medio kilo más, probablemente para algún cliente. Por último, se dirigieron al chalé, almacén del grupo turco para la zona Norte y Oeste de la Península. Allí hallaron otros 27 kilos en paquetes de medio.

Para poner la guinda al pastel, los agentes fueron a por los capos de Madrid. Cayeron un mes después, y con ellos su negocio.

Las penas. Organización desmantelada
La importancia de las operaciones policiales no siempre viene dada por la cantidad de droga incautada, sino más bien por la calidad de las personas que acaban siendo detenidas y el nivel de la organización desarticulada. El presente trabajo liderado por la Brigada Central sirvió para desarticular por completo el mayor entramado dedicado a la distribución de heroína a gran escala, desde los turcos hasta el gallego, pasando por los búlgaros.

La Audiencia Nacional condenó al líder del entramado, Turan P., a trece años de prisión, y al también turco Saaib D., representante del grupo en su país, a doce años. En ambos casos les impone multas de más de dos millones de euros.

Descendiendo en la pirámide criminal, el búlgaro Stilian B., responsable de la rama de su país, recibió diez años de cárcel, mientras que el también turco Burhan O., brazo derecho de Turan, fue condenado a nueve.

Para el resto de investigados, la AN impuso penas de entre cinco y siete años. El vilagarciano Miguel S. recibió una condena de seis y una multa de 711.000 euros.