
En casa de Verónica Tinoco, Adrián Faria y el hijo de ambos, Adrián, "no para de sonar el teléfono". En las últimas 24 horas la familia de Portonovo que corre el riesgo de quedar sin vivienda por el impago del alquiler ha vivido una avalancha de solidaridad de los vecinos de la villa sanxenxina y alrededores, de la comunidad escolar, e incluso por parte de desconocidos hasta los que ha llegado su caso.
"No perdáis la esperanza, a vuestro hijo no le va a faltar de nada" es el mensaje de una docente de Portonovo que ha llegado hasta la familia, y que ha movilizado a los equipos directivo de los colegios de Portonovo y Sanxenxo "para ayudar". Ropa, comida y una donación económica de 100 euros son las primeras muestras de solidaridad que han recibido Verónica, Adrián y su hijo, que en estos momentos adeudan un total de 1.354,12 euros por el impago de tres meses de alquiler y recibos. Si no logran abonar la cuantía total del impago, en una semana estarán "en la calle".
Por su parte, las familias de los compañeros de clase del pequeño Adrián se han organizado a través de un grupo de WhatsApp para llevar a cabo una colecta a través de la que, aseguran, ya han reunido unos 120 euros, y esperan aumentar esta cantidad en los próximos días, según han explicado. "Una mamá del cole me ha traído comida hoy –por este lunes–, otra me ha dado ropa y calzado para el niño, y ya hay un grupo de WhatsApp circulando por todos lados", señala Verónica, quien no duda en destacar el caso de la mujer que les ha donado 100 euros. "Ese dinero pertenece a una ayuda que le dieron a ella para su hijo, y ha preferido compartirla con nosotros", explica.
Además, el currículum de los progenitores del pequeño Adrián ya ha empezado a circular por las empresas. "Están intentando encontrar un trabajo para mi marido y para mí", señala Verónica, quien asegura que la familia ha sido una víctima más de la crisis provocada por el covid-19. "Yo trabajaba limpiando y mi marido era autónomo. Teníamos una empresa desde hacía dos años y medio de diseño de páginas web, que es a lo que se dedica mi marido, y trabajábamos desde casa", cuenta. "Con el covid-19 se fue todo al garete", afirma.
Aunque la avalancha de solidaridad entre el vecindario se ha hecho notar, la situación de la familia continúa siendo crítica. "Una mamá del cole que es abogada se ofreció a prestarnos ayuda a nivel de información, y nos aconseja que lo más factible sería irnos de aquí e intentar buscar otra casa", explica Verónica.
En este sentido, la Xunta de Galicia se encuentra estudiando la posibilidad de que puedan acogerse al bono Alugueiro Social, y el Concello de Sanxenxo tramita una ayuda municipal pero, para acceder a ellas, la familia necesita regularizar su situación a nivel legal, puesto que no cuentan con un contrato de alquiler, y los recibos de la luz y del agua no están a su nombre actualmente. "Esta semana es la última que nos queda en esta casa", dice Verónica, preocupada, aunque esperanzada por "toda la movilización".
La Consellería de Vivenda ha señalado que, por su parte, la competencia en el proceso es "limitada", ya que este parte siempre del departamento de Servizos Sociais del Concello. En este sentido, es la Consellería de Política Social quien normalmente estudia cada caso a través del programa Reconduce, con el que se buscan alternativas con respecto a la situación de cada familia.
En el caso de que se trate, como en este caso, de un problema de vivienda, la Consellería de Vivenda intenta facilitar un alquiler social, en caso de disponer de él en la zona, o de facilitar bonos Alugueiro social, aunque en los casos que llegan hasta la Consellería suele haber una orden judicial de por medio.
Gestiones municipales
Por su parte, el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, y el concejal de Servizos Sociais, Daniel Arosa, se pusieron en contacto con la familia afectada y comenzaron a trabajar en el caso desde que el pasado viernes llegó hasta Servizos Sociais. En este sentido, desde el Gobierno local han asegurado que ya se encuentran tramitando una ayuda municipal, para la que necesitan estudiar la situación legal de la familia. En el caso del Concello, dispone de tarjetas de Emerxencia Social con las que ya presta ayuda a varias familias del municipio. "Nos aseguraron que se pondrán con el caso personalmente para poder ayudarnos", explica Verónica Tinoco.