El sector del camping en O Salnés espera poder salvar la temporada de verano

Los empresarios esperan abrir las puertas de sus establecimientos a mediados de junio
Camilo Besada es el propietario del Cámping Baltar de Sanxenxo. DAVID FREIRE
photo_camera Camilo Besada es el propietario del Cámping Baltar de Sanxenxo. DAVID FREIRE

Que los ingresos permitan hacer frente a los gastos y salvar la temporada sin entrar en números rojos es el objetivo que se plantean los empresarios del sector del camping en la comarca de O Salnés. Si la evolución de la pandemia sigue la pauta marcada hasta la fecha, confían en contar con la autorización del Gobierno para abrir las puertas de sus establecimientos a mediados del mes de junio, coincidiendo con la tercera fase de la desescalada.

"Estamos en el plan de hacer lo que manden y de poder hacer algo, porque esto es una ruina ya que nosotros trabajamos mes y medio en el año", expone Camilo Besada, el propietario del Camping Baltar, de Sanxenxo.

"Ahora nos encontramos con que hasta junio no nos darán permiso para abrir y después se vacía el camping cuando empieza el colegio, porque antes la temporada alta duraba tres meses y ahora es desde el 20 de julio al 22 de agosto", precisa.

En esta tesitura, afirma que se daría por satisfecho con "mantener las farolas encendidas". Porque aunque se cumpliese el calendario previsto, son varias decenas de clientes los que cancelaron sus reservas ante la incertidumbre que planeta el futuro. "Son clientes de toda la vida, a los que les devolvimos hasta el último céntimo de sus señales", subraya.

"Tenemos espacio y podemos reducir la capacidad al 50%, si fuese necesario, para preservar la seguridad de nuestros clientes", apunta Besada

Con 800 plazas, el Campig Baltar dispone de una amplia superficie. "Tenemos espacio y podemos reducir la capacidad al 50%, si fuese necesario, para preservar la seguridad de nuestros clientes", expone. "Eso no sería un problema", recalca Camilo Besada.

"Más que un camping, tenemos un jardín, y quienes vienen por aquí lo saben y conocen cómo actuamos, pero la gente tiene miedo y se está montando un lío, todo el mundo sabe de todo y nosotros vemos las cosas muy complicadas", argumenta el empresario de Sanxenxo.

Lo que sucede en Baltar es común al resto del sector, que tiene su principal fuente de ingresos en unos clientes cuya fidelidad se prolonga desde hace varias décadas y que proceden, mayoritariamente, de las cuatro provincias gallegas, aunque también se aprecia la presencia de turistas procedentes de Madrid y Euskadi.

Alejandro Bouzas es el propietario del Camping O Terrón, que dispone de 600 plazas distribuidas en 99 parcelas frente a la playa del mismo nombre en Vilanova de Arousa. "Nuestra problemática son las zonas comunes, porque si no podemos usarlas no tendría sentido abrir", comenta.

Con más de cuarenta años de trayectoria, es el destino de grupos, pero no será posible contar con ellos, lamenta. "Tendremos que trabajar con la gente de temporada", indica, después de exponer que una parte de aquellos que tienen sus caravanas estacionadas todo el año optaron por llevárselas por motivos económicos.

"Habitualmente contamos con doce empleados, pero iremos contratando según las necesidades y esperamos cubrir los gastos", afirma Bouzas.

La situación es similar en todos los concellos del litoral 
Punta Faxilda, Cachadelos, Preguntoiro, Monte Cabo, Suavila y Playa Canelas son los nombres de otros campings de Sanxenxo cuya situación y expectativas son similares a las descritas por Camilo Besada, el propietario del Baltar, o por el responsable de O Terrón, Alejandro Bouzas. 

Y lo que sucede en Sanxenxo, el municipio que es la primera referencia gallega en el apartado turístico, también acontece en un concello vecino a éste, el de O Grove, que concentra su oferta en el entorno de San Vicente do Mar, donde están ubicados establecimientos que ofrecen miles de plazas, como el Siglo XXI, Paisaxe, O Espiño, Os Fieitas y O Curro, entre otros. Representantes del sector reconocen estar resignados a afrontar un verano en el que el objetivo se centrará en salir del apuro pensando en resarcirse a partir de la temporada 2021. 

Y lo mismo acontece en A Illa de Arousa, que cuenta con dos campings ubicados a unos metros del mar y muy cerca del parque natural de O Carreirón, o en Vilagarcía, que dispone de uno situado en Bamio, a orillas del río Umia.

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