"La pretensión no era hacer un gran parque, sino una zona más humana"

El skate park de Portonovo acaba de ser distinguido con el premio Gran de Area de Aportación. Su responsable, Félix Iribarne (Pontevedra, 1977), actualmente vecino del municipio, explica los detalles del proyecto
El arquitecto Félix Iribarne y el skate park de Portonovo en su inauguración. DP
photo_camera El arquitecto Félix Iribarne y el skate park de Portonovo en su inauguración. DP

¿Cuáles han sido los retos y prioridades a la hora de plantear el proyecto?
Había una necesidad de los usuarios y el Ayuntamiento tenía el terreno para darle respuesta. Hablé con los chavales de la zona para saber el tipo de parque que querían y, además, prioricé que no estuviera cerrado a la actividad, como un campo de fútbol. Me pareció que, como esa zona se usaba como lugar de tránsito, para ir al mercado o a la piscina municipal, había que mantener esos recorridos peatonales. Al lado hay un río, y eso también condicionaba que el bowl estuviera apartado de esa zona inundable. Con eso y el sendero natural trazado por la gente que transitaba la zona, empecé a organizar todo el programa de necesidades de los usuarios para la actividad. La vegetación también fue importante, que hubiera alguna sombra para los espectadores, sin interferir, y también combinar el granito con el hormigón y el adoquín, entre las zonas de patinaje y las zonas de tránsito, con el objetivo de crear una especie de paso de peatones en el medio del parque, en vez de hormigonar todo.

¿Qué hace especial a este skate park?
Quise hacer una alegoría a los orígenes del skate, y por eso lo de poner en el bowl esos bordillos originales de piscina de California. El jurado valoró también que pudieran convivir deportistas y peatones, que sea un lugar de paso, y que si tienes niños también puedas llevarlos y estar en el parque. Creo que a la gente del pueblo le gustó el tema de las texturas, que haya árboles, adoquines, y no solo hormigón.

"Hablé con los chavales de la zona para saber el tipo de parque que querían y prioricé que no estuviera cerrado a la actividad"

¿Cómo influyó el hecho de ser vecino de Sanxenxo en el desarrollo?
Partíamos de un presupuesto ajustado y entre mi sentimiento con la zona y que la constructora también se implicó mucho logramos sacar adelante este resultado. Ayudó mucho que el Ayuntamiento diera carta libre, la condición era que cumpliera la normativa, y eso se agradece mucho para trabajar. Yo tengo el estudio en Sanxenxo, y la cercanía y el conocimiento de como es la zona de Portonovo y el río influyó mucho en el resultado. Mi implicación en el proyecto fue máxima.

Hablamos de un espacio único en Galicia por su diseño, el radio del bowl y el rocódromo. ¿Estaba previsto hacer algo que se saliera de lo común?
Que los chavales quisieran parkour y patinaje en dos ámbitos, contando con el río, hizo que sus propias necesidades lo hicieran especial. También nos adaptamos al nivel de los niños que lo usan, para que sea fácil para todos. La pretensión no era hacer un gran parque, no queríamos competir con nadie, sino pensar en una zona más humana, con sus características históricas. Sé que lo está visitando gente de otras zonas, porque la cultura del skate es así, el peregrinaje es bonito y tiene que haber diversidad.

"La cercanía y el conocimiento de Portonovo influyó mucho en el resultado, mi implicación en el proyecto fue máxima"

¿Cómo valora la arquitectura urbana actual de Sanxenxo? ¿Algún aspecto a mejorar?
El entorno es privilegiado y la arquitectura que se está haciendo no es mala, hay viviendas de calidad. Creo que algo positivo sería darle a todo el concello un tratamiento más global, unificar estéticamente las paradas de autobús, las papeleras, la tipología de farolas... Darles a estos elementos una identidad y un criterio, para que no se diferencien entre núcleos. Sanxenxo tiene todo el potencial para llevar a cabo este tipo de proyectos, aunque pueda resultar complejo a ciertos niveles.

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