Un vilagarciano demanda al Sergas por la pérdida de un testículo tras una vasectomía

El hombre denuncia que Sanidade quiere indemnizar con 9.000 euros una mala praxis postoperatoria que acabó en amputación

Foto de archivo del exterior de la Consellería de Sanidade, en Santiago. DP
photo_camera Exterior da Consellería de Sanidade, en Santiago. DP

Un vilagarciano de 34 años de edad llevará a los juzgados ordinarios una operación de vasectomía que acabó mal tras varias complicaciones y que le costó la pérdida de un testículo, tras pasar dos veces por el quirófano para atajar una grave infección.

El ciudadano, D.S.L.F. ha dado a conocer el pasado fin de semana su caso mediante su gabinete de abogados, después de que la vía de la conciliación con el Sergas fracasase, al entender Sanidade que la cuestión se debe indemnizar con 9.000 euros, cantidad que al demandante le parece irrisoria.

De hecho, los responsables de este caso alegan que las evidencias de una mala praxis reiterada permiten pedir "la reparación integral del daño" al paciente. Por contra, el Sergas manifiesta en su resolución que la indemnización se debe únicamente al defecto de forma hallado en el consentimiento informado entregado al paciente, en el que no se recoge la infección como uno de los "riesgos típicos de la intervención y, teniendo en cuenta que en este caso la intervención de vasectomía no era medicina curativa, sino satisfactiva, no se pretendía curar una enfermedad sino obtener un resultado, y el paciente no fue informado de que el riesgo de infección, eso supuso una quiebra de la buena práctica médica", afirma el gabinete del demandante.

Frente a esto, los juristas explican que, "ante el inadecuado tratamiento médico pautado y el progresivo empeoramiento del paciente, fue remitido al Hospital Montecelo donde le diagnosticaron una celulitis escrotal. En este hospital le tuvieron que intervenir de urgencia ante la mala evolución, sin embargo siguió empeorando y dos días más tarde le tuvieron que intervenir de urgencia de nuevo.

Es decir, el paciente tuvo que ser intervenido de urgencia en dos ocasiones porque su vida peligraba tras una simple vasectomía y una mala praxis en la atención potsquirúrgica", relatan, apuntando que un mayor control en las primeras 48 horas y el ingreso en el centro de Pontevedra hubiesen permitido una cirugía precoz y a escala, mejor pronóstico y menos daños.