El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer la decisión del Gobierno gallego de intervenir la gestión de la depuradora de O Grove para garantizar la continuidad del servicio y la calidad de las aguas de la ría. También expuso que tras el periodo de transición, el Concello, debería encargarse de su gestión y mantenimiento, pero no asumió estas responsabilidades.
La decisión está avalada por la Lei de Augas como medida cautelar, afirmó. El presidente recordó que las competencias en depuración y saneamiento son de titularidad municipal desde 1985. En principio la Xunta asumirá la gestión durante un mes y medio y el coste será de 18.000 euros, un cargo que prevé repercutir posteriormente al municipio.
El alcalde en funciones, José Cacabelos respondió que el período de transición todavía no finalizó, además de recordar que los técnicos municipales y de dos empresas especializadas, que supervisaron recientemente las instalaciones, aconsejaron al Concello que no se haga cargo de las mismas porque no cumplen las exigencias mínimas, ya que están diseñada para 45.000 habitantes y durante el verano la población de este municipio duplica esa cifra.
Cacabelos añade que el Concello planteó esta situación en un Juzgado, que instó a la Administración local y a Augas de Galicia a alcanzar un acuerdo, y recordó que los grovenses aportaron a la Xunta alrededor de cinco millones de euros en concepto de tasa por el saneamiento, y el presupuesto de su construcción fue de seis. El regidor mantiene que la gestión y el mantenimiento deben corresponder a la Administración autonómica y anunció que planteará esta demanda ante la Fegamp.
