Manuel Yáñez, el 'padre' de la filmoteca pontevedresa

 Hay quienes le consideran el padre de la hemeroteca audiovisual de Pontevedra, pero él se arropa con la modestia para huir de tan prestigioso reconocimiento. Fue el primer cámara que RTVE asignó a la ciudad y por su óptica han pasado los principales acontecimientos ocurridos en las Rías Baixas durante los últimos 30 años

AUNQUE nació en L’Escala (Gerona) hace ya 64 años «por obligaciones familiares», a los cinco se mudó a Pontevedra, donde se asentó definitivamente. «Mi padre era militar y cuando llegamos aquí yo me movía por la zona de Las Palmeras. Esos son los primeros recuerdos que tengo. Y, por cierto, poco han cambiado. Solo se echa de menos la mona...(risas)», explica Manuel Yáñez Castro, el primer cámara ‘titular’ de RTVE en Pontevedra.

También evoca con especial cariño el paso del tren por lo que hoy es la avenida de Reina Victoria, en dirección hacia Campolongo, donde tenía su parada. «Había dos pasos a nivel, uno en San Roque y otro frente a la Audiencia. Pero nosotros solíamos cruzar por unas escaleras que aún continúan hoy en día y, claro, debíamos tener mucho ojo al cruzar la vía. No fui testigo de ninguno, pero creo que hubo un par de atropellos».

Desde el punto de vista urbanístico, el entorno está absolutamente cambiado. «No existía el Sánchez Cantón; por allí estaba El Vergel, donde hacíamos gimnasia; había unas casas bajitas y muy pequeñas pintadas de blanco...» Yáñez da fe de que en aquella época había mucha más familiaridad entre vecinos al subrayar que «nos conocíamos todos y podías dejar las puertas abiertas con total confianza. Las Palmeras y la Alameda eran el gran parque de Pontevedra y allí coincidíamos casi todos. Había mucho contacto y se hacían muchas amistades».

El paso del tiempo convirtió a Manuel Yáñez en estudiante de Magisterio, primero, y en docente, después. «Ejercí durante 10 años (entre 1967 y 1977) y a continuación empecé a trabajar como fotógrafo en la revista Teima, la primera que se editó en gallego y donde coincidí con Manolo Rivas, que estaba haciendo prácticas». Aunque el proyecto de Teima solo duró un año, «a mí me sirvió mucho para coger experiencia». Paralelamente, también colaboraba con otra revista, Personas, dirigida por Rafael López Torre, y con Diario de Pontevedra, donde se encargaba de informaciones relacionadas con el motor.

En 1979 llega el momento que daría un importante giro a su vida: ingresa en Radio Televisión Española. Pero el proceso estuvo rodeado de cierta enjundia. La cobertura visual de toda la provincia recaía en Manuel Novoa, que residía en Vigo. «Pero las fuerzas vivas de Pontevedra empezaron a protestar porque Novoa apenas venía (obviamente, porque tendría otras cosas que cubrir) y no salían los eventos de aquí».

La delegación de RTVE en Pontevedra estaba compuesta entonces únicamente por un corresponsal: César García Cimadevila. «Pero, obviamente, si no había cámara para grabar imágenes las noticias no salían». La amistad que unía a Cimadevila con Manolo Yáñez fue clave para el encargo que desembocaría en el primer cámara ‘oficial’ de RTVE en la ciudad. «Yo ya tenía práctica con cámaras de 8 mm, pero me dijeron que hiciese una prueba con una de 16. Recuerdo que grabé la Vuelta Ciclista de las fiestas de La Peregrina y como les gustó el trabajo, me cogieron».

Aquellas primeras cámaras, en blanco y negro, eran bastante voluminosas y sólo grababan imágenes sin sonido. Nada que ver con los modernos aparatos actuales. Pero Yáñez puede presumir de empezar a lo grande. «El director de centros territoriales era el pontevedrés Augusto González Besada me llamó y me dijo que fuese a Madrid a recoger una cámara nueva y con sonido, que era un mamotreto de narices. Pero despertó cierta envidia entre los compañeros de Vigo».

Aquella incipiente delegación pontevedresa fue tomando cuerpo con los sucesivos fichajes de los periodistas Pilar Fariña, Javier Fortes y Loreto Fernández. Pero el encargado de las imágenes durante décadas fue Manolo Yáñez, quien con su cámara al hombro inmortalizó los principales eventos de la ciudad y de todas las Rías Baixas y dio forma a una filmoteca analógica que se está empezando a recuperar y digitalizar.

Narcotráfico

«Lo que más marcado me dejó fue todo el tema del narcotráfico. Recuerdo una anécdota con Sito Miñanco. Cuando ascendió el Cambados, fuimos a cubrir la fiesta y me habían dado instrucciones de grabarlo a él, porque era la primera vez que aparecería en público. Cuando se emitieron las imágenes en el Telediario se montó un follón gordo. Sito llegó a querer darme unas bofetadas, menos mal que Rafa Vázquez, que lo conocía, apaciguó los ánimos». Juicios, persecuciones, desembarcos de droga, intervenciones del SVA, operaciones policiales... Todo fue registrado por la lente de Yáñez. Y esas imágenes también han quedado en su retina.

Testigo directo de la evolución de Pontevedra durante los últimos 30 años, Yáñez echa de menos ciertos hábitos, «como el chiquiteo. Hoy en día solo quedan un par de tascas de las de antes, donde se respiraba un ambiente muy tierno».

«Entregábamos las cintas al conductor del autobús»

Manolo Yáñez recuerda que el método de trabajo en aquellos primeros años 80 dista años luz del actual, debido a las limitaciones tecnológicas de la época. De hecho, la producción era mucho más artesanal: «El material que filmábamos no se emitía por la tele hasta el día siguiente, porque había que enviarlo a Santiago. Era simpático, porque íbamos a la estación de autobuses y le dábamos las cintas al chófer para que las entregase allá. Pero también tuvimos otro sistema. Durante dos o tres años, dejaba las cintas en el antiguo Diario de Pontevedra y aprovechaba que a las tres de la mañana un repartidor que llevaba algo de prensa para que entregase también las cajas con las cintas».

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