nació en as neves en 1947 «porque mis padres eran de allí», pero toda su vida, tanto personal como profesional, se desarrolló en Vigo, primero, y en Pontevedra, después, a donde llegó en 1971. «Mi padre era guardia civil y guardo unos recuerdos fabulosos de cuando estuvo destinado en Arcade. Yo tenía siete años y el pueblecito de entonces no tenía nada que ver con lo que es hoy en día; para empezar, para ir a Vigo había que cruzar el puente romano. Toda la circulación pasaba por allí», recuerda Hemenegildo Rodríguez Novoa.
Las obligaciones profesionales de su padre le llevaron a Vigo, donde completó su formación académica. «Nosotros vívíamos en Barreiro, donde jugaba el Turista de aquella época, pero Vigo ya era entonces una gran ciudad».
Nada más terminar sus estudios de Maquinista Naval, Novoa consiguió empleo en Barreras, donde estuvo tres años. «Y de aquella sí que había una carga de trabajo importante, porque se fabricaban motores de licencia alemana para la flota de Pescanova».
Pero Pontevedra llamó a su puerta en forma de una tentadora oferta de trabajo. La todopoderosa empresa de transporte Mateu&Mateu le quería como gerente de la oficina que iba a inaugurar en la ciudad. «Me lo pensé mucho, porque era una apuesta arriesgada para algo totalmente nuevo, pero la oferta económica era muy buena».
Y desde entonces, tanto él como su esposa echaron raíces a orillas del Lérez. «Durante cuatro años coincidió que los dos teníamos que ir a Vigo a trabajar pero teníamos claro que no nos queríamos ir de Pontevedra. Y eso que allí estaban nuestros padres. Pero es que n Pontevedra se vive muy bien».
La experiencia en Mateu&Mateu fracasó «porque la empresa desapareció, literalmente. Cada uno de los dos dueños se fue por su lado y no se volvió a saber de ellos». Novoa continuó en el sector del transporte al fichar por TDN. «Desgraciadamente, a Pontevedra tratan de morderla por todas las esquinas para ir sacándole cosas. Por ejemplo, todas las delegaciones de empresas de transporte están en Vigo, aquí no hay ninguna».
Y llegó Aempe
Hermenegildo tenía claro que su futuro laboral estaba ligado a TDN. Incluso se barajaba la opción de un jugoso ascenso. Pero el mundo del transporte absorbe demasiadas horas y apenas deja tiempo para disfrutar de la familia. De ahí que cuando se le presentó la oportunidad de convertirse en gerente de la Asociación de Empresarios de la Mediana y Pequeña Empresa casi ni se lo pensó. «Por encima del aspecto económico valoré la calidad de vida. Y lo tuve claro».
Novoa continuó en el cargo durante los siguientes 18 años, hasta que el pasado verano le llegó la hora de su jubilación.
Destaca que la vida en la Pontevedra que conoció con 24 años «era muy tranquila, como lo es hoy en día. Me sorprendió que en las calles no había ajetreo hasta las 11 de la mañana». Otra característica que le llamó la atención fue la cordialidad de los pontevedreses. «Me fue muy fácil integrarme porque la gente es muy sociable».
Sobre la evolución de la ciudad, incide en la pérdida de protagonismo económico. «Al ser la capital, atraía a muchísima gente. Y aprovechando el tirón administrativo, el comercio se beneficiaba de eso. Pero Vilagarcía se fue desarrollando, Lalín empezó a depender cada vez más de Santiago y a Pontevedra le fueron quitando servicios en favor de Vigo. Todo eso se nota».
Profundo conocedor del mundo empresarial, y del comercio en particular, el exgerente de Aempe rompe un tópico al asegurar que «los grandes centros comerciales pueden convivir perfectamente con el pequeño comercio, si se enfoca bien. Y pongo el ejemplo de Vigo: alrededor de El Corte Inglés hay multitud de comercios familiares que están funcionando, que tienen vida y en los que la gente sigue comprando».
No obstante, matiza, que «Pontevedra es en sí misma un gran Centro Comercial Urbano. De hecho, aquí te encuentras a muchísima gente de Vigo, sobre todo los fines de semana, que viene a comprar, porque es mucho más fácil comprar en Pontevedra que comprar en Vigo. Es cierto que tiene muchísima oferta, pero su gran problema es la dispersión». Y lanza una propuesta a tener en cuenta a corto plazo: «Habría que conseguir, como fuese, la gratuidad de la autopista. Sería muy beneficioso para Pontevedra».
Siguiendo con esa reflexión en voz alta, Novoa también ‘le pone deberes’ a la capital de la provincia: «Estoy totalmente de acuerdo con la peatonalización, pero se deben mejorar mucho más los accesos a los parkings del centro y no ponérselo más difícil a la gente que viene de fuera. Por ejemplo, para llegar al de Barcelos hay que dar un montón de vueltas».
Ence
Rodríguez Novoa dice en voz alta lo que piensa y no elude cuestiones espinosas, como podría ser el debate sobre Ence. Y su parecer podría encajar con el de una gran mayoría de personas. «No creo que haya nadie en Pontevedra que le guste que Ence esté donde está. No es el mejor sitio, ni el más apropiado. Sinceramente, yo no soy capaz de decidir a dónde se debe desplazar una empresa de esa índole, pero lo que sí es cierto es que resulta indispensable para el futuro económico de la ciudad. Solo hay que tener en cuenta la cantidad de puestos de trabajo, directos e indirectos, que genera. Si llega a desaparecer, el golpe para Pontevedra sería letal».
Y, en contra de lo que sostienen algunas voces más o menos ruidosas, asegura que «a día de hoy dudo mucho que sea contaminante. No digo que no lo haya sido. Y mucho, pero desde hace unos cuantos años ya, dudo mucho que lo siga siendo. La tecnología ha mejorado y los controlos son mucho más exhaustivos. Y los está pasando».
«Protección Civil es mucho más de lo que se ve»
Hermenegildo Rodríguez Novoa dirige Protección Civil de Pontevedra desde septiembre de 2009, cuando relevó a Ramón López. Cree que la ciudadanía tiene una imagen de la agrupación que no se corresponde con la actualidad «porque hacemos muchas más actividades de las que trascienden». No obstante, cree que desde que tomó las riendas la percepción general ha mejorado bastante, «porque fue algo de lo que me preocupé especialmente»
Insiste en que Protección Civil «no son solo los chicos que acompañan a la Cabalgata o al Desfile de Carnaval», sino que sus intervenciones se extienden a temporales, accidentes y cualquier otro servicio que requieran los servicios de emergencia.
