Árboles, la mejor medicina contra el cambio climático

El naturalista Joaquín Araújo ofreció una conferencia en la Xornada Green Campus
el mercado de productos ecológicos de la asociación 4 Ponlas. DAVID FREIRE
photo_camera el mercado de productos ecológicos de la asociación 4 Ponlas. DAVID FREIRE

En un contexto de "catástrofe climática", los bosques constituyen "la principal medicina para enfrentarse al cambio climático", pero se trata de una medicina que, a su vez, se encuentra más "enferma". Así lo aseguró el naturalista Joaquín Araújo durante la conferencia que impartió este martes en la Escola de Enxeñaría Forestal, en la jornada promovida por el programa Green Campus. Así, según informó el Duvi, el Premio Global 500 de la ONU en 1994 alertó de que diariamente se destruyen "no menos de 20 millones de árboles", lo que supone que "estamos destruyendo el antídoto" contra los efectos del cambio climático. Asimismo, es autor de más de un centenar de libros, director de documentales y fue responsable de la Enciclopedia Salvat de la fauna ibérica y europeas junto a Félix Rodríguez de la Fuente.

Conferencia de Joaquín Araújo. DAVID FREIRE
Conferencia de Joaquín Araújo. DAVID FREIRE
 

Su conferencia se enmarcó en una jornada dirigida a "difundir os valores do Green Campus e da educación ambiental", explció el director del Campus Crea y Green Campus, Carlos Souto. La jornada se completó con un reparto de bidones para "reducir o consumo de auga en botellas de plástico" y un mercado de productos ecológicos y de proximidad impulsado por la asociación 4 Ponlas.

SUPREMA ESTUPIDEZ. Araújo, que también fue presidente del Proxecto Gran Simio, articuló su ponencia en torno a esa contraposición sobre lo que significan los árboles y el bosque y lo que suponen las cenizas que quedan tras su destrucción. Así, sostuvo que "por primera vez en la histoira de la civilización" se trata de una "elección de máximos" en la que "hay que apostar por el bosque o por la suprema estupidez de una civilización que lo quema todo; ser bosque o ser ceniza".

Reconoció como lo mejor de su curriculum su "compromiso moral" con la plantación de árboles, que motivó que él mismo plantase casi 25.000 ejemplares, "lo que equivale a uno por cada día que viví". Árboles y bosques son el resultado "más fascinante, complejo, productivo y solidario de la historia de la vida".

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