Carmen Salinero: "Los árboles son un patrimonio que debemos poner en valor"

Doctora en Biología Vegetal, Carmen Salinero será galardonada en los XIII Premios Pontevedreses en la categoría de Investigación tras varias décadas de intenso trabajo en la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (EFA ) de la Deputación de Pontevedra y también por su incansable actividad para poner en valor en la provincia y en toda Galicia la camelia y sus aplicaciones.

Javi Entrevista a Carmen Salinero, una de las ganadoras de los Premios Pontevedreses
photo_camera Carmen Salinero. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

"Este premio supone mucho para mí. A lo mejor en otros campos la gente está más acostumbrada a reconocimientos públicos, pero en O Areeiro estamos más metidos en nuestro trabajo diario, que es proporcionar un servicio público para la provincia". Así lo explica Carmen Salinero, que estos días participa en una reunión de relevancia internacional que se celebra en China y que tiene como protagonistas a las camelias. Precisamente por eso este jueves no podrá recoger personalmente el Premio Pontevedreses y será su hijo quien lo haga en su nombre. 

¿Por fin se empieza a reconocer como se merece el trabajo de las mujeres científicas? 
Sí y este premio, además, coincide en un momento en el que todas las secciones de la EFA están lideradas por mujeres: Fitopatología por Cristina Pintos, Biología molecular por Olga Aguín, Artrópodos por Rosa Pérez, Nemátodos, virus y bacterias por Adela Abelleira, Suelos y Edafología por María José Lema y Fruticultura Ornamental por Pilar Vela, y yo como jefa de todas. Somos siete mujeres y cada una en su sector es todo un nombre dentro y fuera de España. Quizá nuestra labor no es tan reconocida porque nuestras investigaciones no tienen como objetivo principal ser publicadas, sino que nos centramos más en atender y en dar soluciones al público, a los cultivadores, pero aquí nos llegan muestras de análisis de toda España y de fuera de ella para corroborar. 

¿Cuándo empezó en O Areeiro? 
Con 22 años terminé mi carrera universitaria, así que en mayo de 1980 empecé en el Centro Forestal de Lourizán y allí estuve durante cuatro años con una beca de la Deputación. En mayo de 1984 empecé en O Areeiro, donde fui becaria otros cuatro años. Cuando este se constituyó definitivamente como centro, se creó una plaza de técnico de laboratorio. Me saqué el título, aunque no lo usé porque después salió una plaza de biólogo. Más tarde, ya con dos niños y con mucho esfuerzo, hice mi tesis doctoral. La centré en el kiwi, que por aquel entonces aquí apenas se conocía, pero yo ya había organizado en Vigo el primer congreso que se hizo en Europa sobre el kiwi en el año 1984-1985. 

¿Cree que en el ámbito científico las mujeres lo tienen más complicado que los hombres por las dificultades para conciliar? 
Mucho más, sobre todo en aquellos años. Somos un poco súper women y en mi generación las cosas eran aún más difíciles. Teníamos hijos y a los 15 días ya estábamos trabajando. Recuerdo que cuando me puse de parto de uno de mis hijos, que se adelantó un mes, estaba en una reunión del Plan de Mejora Forestal de Galicia y entonces eso era lo normal. 

Creo que el té verde tiene mucho recorrido en Galicia y poco a poco la gente se va animando a realizar plantaciones

El jurado ha destacado como uno de los motivos de este premio la potenciación que hace del mundo de la camelia y sus aplicaciones. Y es que en lo que a camelias se refiere, Pontevedra es una potencia. 
Sí. Y en eso O Areeiro ha jugado un papel muy relevante. Yo siempre ha creído que aquí la camelia tiene un potencial importantísimo. Aún hoy en día la gente no le da toda la importancia que tiene. Además, en Galicia los árboles de camelia crecen mucho más que en otras partes del mundo, tenemos auténticos ejemplares y eso también ayuda, nos da categoría. Ahora mucha gente viene a ver los jardines de la Ruta de la Camelia, se desplaza desde Estados Unidos, China... Y eso se fomentó desde O Areeiro, porque antes nadie la había puesto en valor. De hecho, cuando se estableció la Ruta de la Camelia en Galicia, yo ya había presentado años atrás un informe en la Xunta señalando que, dado el valor de las camelias, se podía establecer una ruta y me habían contestado que la flor de Galicia no era esa, sino el urce... Años más tarde, en 2006, me llamaron y me hablaron de ese informe, me convocaron a una reunión y tres meses después ya estaban incluidos los ochos primeros jardines de la Ruta, pero fue porque O Areeiro ya tenía hecho todo el trabajo previo desde el año 80. La Deputación siempre ha apoyado a la camelia y le tengo que agradecer que siempre haya apoyado a O Areeiro. 

Además las Rías Baixas reúnen todas las condiciones para tener camelias espectaculares, ¿no?
La camelia reconocida como la más alta del mundo está en Lourizán. En todo el planeta nos conocen y nos tienen de referencia. Y es importante decir que los árboles son un patrimonio. Si una catedral se destruye se puede volver a reconstruir, pero un árbol no se puede volver a repetir, porque no son solo sus años; es el clima, la influencia humana en él... No son falsificables y poner en valor ese patrimonio es algo que hay que hacer. Cortarlos sin más, para ampliar calles por ejemplo, es un error. 

Junto la parte ornamental de las camelias que atrae a miles de turistas, están sus aplicaciones: el té, el aceite... 
Sí y además creo que el té tiene mucho recorrido, pues en Galicia tenemos un tipo de minifundio que lo favorece. Hay tantas posibilidades que creo que esta comunidad tiene mucho que decir en lo que respecta al té verde. Y hay que tener en cuenta la facilidad de producción, porque pones la planta y en dos o tres años tienes cosecha. Hasta ahora fuimos lentos porque no había un tipo de plantas apropiado para producir. Se necesitaba una que esté mucho tiempo brotando, con las hojas grandes y muy blandas. Como las grandes empresas de té no traspasan sus plantas, tuvimos que empezar de cero. Llevamos muchos años trayendo semillas de plantaciones de distintas partes del mundo y haciendo selección, plantando y eliminando para dejar las buenas. Gracias a eso ahora tenemos una serie de clones que son los que estamos propagando y facilitando a quienes quieren cultivarlo. 

Ya hay empresas que lo hacen, como Orballo en Paderne. ¿Hay alguna otra? 
Sí, en la zona de Vedra y también algunas aquí en la provincia. Una en Gondomar lleva bastantes plantas compradas. Poco a poco la gente se va animando. 

El centro O Areeiro es una referencia mundial en el análisis y estudio de las camelias

¿Y cómo están las cosas con la producción de aceite de camelia? 
Tengo confianza, pero falta aún la primera parte. Ahora se hace con las semillas de las plantas de los jardines, pero, a diferencia de lo que sucede con el té, para el aceite aún no tenemos las plantas madres que garanticen una producción concreta y estable. Sabemos que de cinco kilos de semillas sale un litro de aceite con unas propiedades magníficas, pero falta ese otro trabajo. 

¿Y hay mucha producción de aceite en la provincia? 
Sí. Acemelia, por ejemplo, está produciendo mucho, compra mucha semilla y tiene una línea de cosméticos muy interesante.

¿Cuál será su papel en la reunión internacional sobre camelias que se celebra en China? 
O Areeiro es una referencia a nivel mundial, así que la organización quería que estuviésemos allí. Nosotros tenemos un método de trabajo, un protocolo de estudio de los árboles de camelia que llevamos 30 años practicando, y lo vamos a presentar para que todo el mundo pueda aplicarlo y adaptarlo a nivel mundial, pues además de las características del árbol, analizamos la parte fitopatológica y ese protocolo de fitopatología todavía no lo ha hecho nadie más. Por otra parte, también será una reunión de un grupo de trabajo que forma parte del International Camellia Society, de especialistas en camelias antiguas. En Galicia tenemos un Decreto de Árbores Senlleiras que va a servir como referencia, porque hay países que no lo tienen o no tienen las camelias incluidas. Nosotros tenemos una serie de camelias protegidas por ese Decreto de la Xunta y también otras que son muy interesantes, con una historia de más de cien años, así que vamos a presentarlas en esta reunión. El año pasado, en el encuentro celebrado en Nantes, logramos incluir en el inventario mundial de camelias históricas cinco de Galicia y ahora, en esta reunión de China, propondremos la inclusión de otras cinco: tres ejemplares singulares y una agrupación de Pontevedra y una de Lens, en A Coruña.

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