El centro deportivo municipal de Campolongo reabrirá sus puertas el próximo lunes tras cien días cerrado como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Y lo hará entre estrictas medidas de seguridad. El acceso al complejo, el de mayor número de abonados de Pontevedra, se realizará previa toma de temperatura a los usuarios. El objetivo es asegurarse que las personas que entren en la instalación no presenten cuadros febriles, lo que podría generar situaciones de riesgo.
En la entrada al centro también se colocarán alfombras desinfectantes para el calzado y en el interior se habilitarán distintos puntos para lavarse las manos con gel hidroalcohólico. Podrá accederse a las piscinas y al spa, que contarán con sus propios protocolos, y al área de fitness. Las clases dirigidas se retomarán a partir del 1 de julio y para acceder a ellas los abonados deberán reservar plaza a través de la aplicación del centro. Estas actividades, como pilates, serán gratuitas durante julio y agosto.
La empresa concesionaria, Serviocio Beone, no cobrará la cuota de los días que restan de junio a aquellas personas que no se hayan dado de baja durante la cuarentena. Además, se compensarán los servicios pagados y no disfrutados durante el mes de marzo. Los días no disfrutados por el confinamiento se descontarán en el abono de julio.
La distancia de seguridad se garantizará con mamparas, circuitos seguros y menos aforo
La adjudicataria mantendrá operativos los vestuarios, las duchas y las taquillas. Todos estos espacios estarán señalizados (tanto en las bancadas como en el suelo) para garantizar la distancia de seguridad. Esta medida también se aplicará en las salas deportivas. Algunas cintas andadoras estarán separadas por mamparas y habrá máquinas que estarán inutilizadas para proteger a los abonados de posibles contactos. También se crearán circuitos seguros.
El personal del centro controlará el aforo en el complejo, en el que se crearán estaciones para higienizar las manos y se habilitarán puntos con pulverizadores que deberán ser utilizados después del uso de una máquina. En cuanto al acceso de usuarios, la dirección fijará un horario preferente para mayores de 65 años, que será de 11.00 a 13.00 horas.
MATERIAL. Serviocio Beone aseguró este viernes, a través de un comunicado de prensa, que las medidas puestas en marcha en el centro deportivo municipal han sido auditadas y certificadas por la Cátedra del Deporte de la Universidad Politécnica de Valencia.
La concesionaria cesó su actividad el pasado 14 de marzo como consecuencia de la alerta sanitaria por la covid-19. La medida afectó a sus 7.849 socios.
Esta situación llevó a la empresa a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) para su plantilla y a solicitar al Concello la suspensión temporal del contrato, que se reactivó el lunes pasado. La firma no descarta la posibilidad de reclamar una compensación económica por el tiempo en que se han mantenido cerradas las instalaciones.
El complejo de Campolongo, que alberga las únicas piscinas públicas de la ciudad, ha permanecido poco más de cuatro meses abierto desde su reinauguración el pasado 1 de noviembre. La instalación ha incorporado una cinta, tres bicicletas estáticas y otras cuatro para hacer spinning a su área de fitness. También ha adquirido diverso material didáctico valorado en más de 6.000 euros para sus actividades. Durante el confinamiento, la firma habilitó clases virtuales a sus asociados y consejos dietéticos y sobre gestión de emociones durante el encierro para mantener hábitos saludables y evitar situaciones de estrés.
MASCARILLA. Los usuarios del centro deberán llevar mascarilla en el acceso y en las zonas comunes. Estas podrán quitarse durante la práctica deportiva.
Además de reforzar la higiene y limpieza de las dependencias, la concesionaria renovará de forma constante el aire y desinfectará los filtros de ventilación para extremar las medidas sanitarias.
