Seis jóvenes detenidos por perpetrar al menos 20 asaltos en Pontevedra y Vilaboa

Afincados en Vigo y en la ciudad del Lérez, empleaban una escalera para acceder a viviendas de zonas rurales ►La Guardia Civil señala que los cacos seleccionaban los objetivos durante el día y perpetraban los hurtos por la noche
Material incautado a la banda acusada de haber cometido una veitena de robos
photo_camera Material incautado a la banda acusada de haber cometido una veitena de robos. GUARDIA CIVIL

Muchas veces, cuando se habla de grupos dedicados a robos en viviendas habitadas, se piensa en bandas procedentes de Europa del Este. Bien es cierto que su presencia en la provincia de Pontevedra es habitual. Sin embargo, no es menos frecuente la comisión de asaltos a casas, especialmente en zonas rurales, por parte de personas originarias del propio territorio. Este es el caso de los seis arrestados en el marco de la operación Hoguera, un trabajo policial que acaba de presentar la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra que ha servido para esclarecer al menos 20 hurtos perpetrados en viviendas y en el interior de automóviles del término municipal capitalino y del vecino de Vilaboa.

Las pesquisas del Instituto Armado se iniciaron en el mes de enero, cuando los agentes tuvieron constancia de que se estaban produciendo numerosos robos en los que sus autores hacían uso de una escalera y también en vehículos. Las primeras denuncias procedieron del área de Vilaboa.

Los ladrones se llevaban cualquier tipo de objeto, desde herramientas hasta patinetes eléctricos o prendas de ropa

Los datos ofrecidos por algunos ciudadanos que lograron ver a los sospechosos sirvieron para que la Guardia Civil pudiese estrechar el círculo en torno a los jóvenes que más tarde serían detenidos. En concreto, fue un asalto ocurrido a finales de enero el que aportó a los investigadores las pistas necesarias para encajar todas las piezas.

La Benemérita comenzó por comprobar que todas las denuncias que tenía sobre la mesa tenían un denominador común: se producían a altas horas de la madrugada.

OBJETIVOS SELECCIONADOS. El sistema de la banda de ladrones recién desarticulada era bien sencillo. Durante las horas del día desarrollaban labores de vigilancia en torno a diferentes viviendas de zonas rurales, lo que les permitía seleccionar sus objetivos y escoger el momento y el lugar propicios para acceder a ellas. Después, con la caída de la noche, los cacos empleaban el método del escalo para superar los muros y acceder a las viviendas, llevándose no solo los objetos que se encontraban en el interior de los domicilios, sino también los que podían recopilar de los vehículos que estaban estacionados en las parcelas.

En concreto, la Guardia Civil de Pontevedra consiguió recuperar diferentes herramientas, tales como rebarbadoras, amoladoras o taladros, además de patinetes eléctricos, prendas de ropa y diferentes enseres del hogar.

En cuanto a las ubicaciones en las que se produjeron los robos que han sido esclarecidos, la Comadancia destaca los lugares de Bértola, Postemirón y Casfalcón, todos ellos en Vilaboa, en los que fueron detectados trece de los hechos delictivos, y las áreas de Salcedo y Lourizán, ambas en el Sur del municipio de Pontevedra, donde se cuantificaron al menos seis robos.

Una de las claves que llevó a los agentes a sospechar de los ahora detenidos, todos ellos jóvenes de edades comprendidas entre los 17 y los 22 años, fue el botín que se llevaron de cada uno de los escenarios. A diferencia de los grupos de Europa del Este, que apuestan de forma inequívoca por las joyas y el oro, en este caso sustraían toda clase de objetos, sin importarles la dificultad para darles salida en el mercado negro.

Muchos de esos objetos ya han sido entregados a sus dueños. El resto se hallan en la Comandancia a la espera de ser reclamados.

En libertad. Claro riesgo de reincidencia de los sospechosos
Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia en el edificio de A Parda, cuyo magistrado encargado de resolver sobre los hechos decretó la puesta en libertad provisional de todos ellos, a la espera del juicio. La medida, ajustada a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se debe a que los hechos cometidos no se consideran de la suficiente entidad como para el ingreso en prisión de los investigados. La consecuencia, sin embargo, es la más que posible reincidencia, si no de todos, sí de muchos de los detenidos.