Casi el 80% de los negocios se suman al plan de compostaje urbano

De las 234 visitas realizadas a medianos y grandes productores de biorresiduos, 187 decidieron participar en el Plan Composta y solo nueve rechazaron la iniciativa
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photo_camera El concejal de Residuos, Raimundo González Carballo, en la presentación del Plan Composta. JAVIER CERERA-MERCADILLO

El Plan Composta, que introducirá el reciclaje de la basura orgánica en el casco histórico y en parte del centro de la ciudad, empieza a sumar adeptos. De las 234 visitas realizadas a medianos y grandes productores de bioerresiduos, 187 han decidido participar en este proyecto piloto, lo que supone casi el 80% del total. Así lo informó este sábado el Concello a través de un comunicado de prensa, en el que señalan que solo nueve negocios han decidido mantenerse al margen de esta iniciativa. Los 38 establecimientos restantes, fundamentalmente fruterías y otras empresas del sector de la alimentación, no se han adherido al programa municipal porque reciclan sus restos de comida por medio de otros métodos.

El concejal de Residuos, Raimundo González Carballo, asegura que la acogida del plan está siendo "un éxito" y se muestra "moi satisfeito" por la campaña de sensibilización que su departamento inició este mes para dar a conocer este proyecto, que es de carácter voluntario. "Amosa o alto grao de compromiso da sociedade pontevedresa coa mellora da calidade de vida da nosa cidade e, en definitiva, coa mellora do plantea", subraya el edil del BNG.

El Plan Composta comenzó el pasado 15 de junio su divulgación entre los establecimientos comerciales de la ciudad. Dos personas se encargaron de visitar, en horario de mañana y tarde, los establecimientos que podrían ser objeto de este plan. Entre ellos figuraron restaurantes, tiendas de alimentación, fruterías, floristerías, hoteles, pensiones, bares de tapas o los locales del Mercado de Abastos.

Los técnicos se encargaron de informar sobre los horarios de recogida, la localización de los nuevos contenedores marrones y los kit que se le facilitarán a los participantes, que recibirán una tarjeta magnética, un colector y bolsas compostables. En el impreso que se les entrega, los potenciales usuarios deben hacer constar el contenedor que precisarán para unirse al plan. Los hay de varios tipos y tamaños. En el caso de los productores de biorresiduos suelen ser de 45 o 90 litros.

"A acollida do Plan Composta amosa o alto grao de compromiso da sociedade de Pontevedra coa mellora da calidade de vida da nosa cidade"

La fase de sensibilización continuará durante los primeros días de julio porque quedan pendientes los pequeños productores de basura orgánica. Esta campaña se simultaneará con la campaña a los particulares que quieran adherirse al Plan Composta. Esta última se realizará por medio de dos métodos: con la entrega de información en los buzones y con visitas a los domicilios de los vecinos. En este caso, la empresa tiene previsto visitar a unas 3.000 viviendas.

La intención del Concello es que el compostaje urbano se inicie a partir del próximo 6 de julio. El programa es totalmente gratuito y a él podrán acogerse tanto productores singulares de biorresiduos como particulares.

La iniciativa será llevada a cabo por la actual concesionaria de las basuras, la empresa Ferrovial Servicios (la antigua Cespa). Para ello, el Gobierno local ampliará el contrato en vigor. Ello supondrá un incremento del valor de la concesión, que en el primer año de implantación costará 540.000 euros y en el segundo otros 458.000.

En la actualidad, la adjudicataria cobra 5,95 millones de euros por la prestación del servicio de recogida de basura y limpieza viaria de Pontevedra. La concesión la firmó en 1999 el último alcalde del PP, Juan Luis Pedrosa. El contrato finalizó en 2011 y, desde entonces, se han aprobado cuatro prórrogas.

MÁS MEDIOS. El encarecimiento del servicio irá acompañado de la dotación de más medios para hacer frente al plan de compostaje urbano. La empresa habilitará un camión específico para la recogida de restos de comida y entre cuatro y cinco trabajadores se dedicarán de forma exclusiva a este proyecto piloto. El Concello instalará entre 60 y 65 contenedores de color marrón en las distintas islas de reciclaje que hay en la zona vieja y en el ensanche de la ciudad.

Aunque la iniciativa es voluntaria, el Concello planteará su posible obligatoriedad en el futuro contrato de basuras, cuya vigencia finaliza el 8 de junio de 2021. La futura concesión implantará el compostaje en todo el municipio.

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