El cierre perimetral hace zozobrar el pequeño comercio

Llueve sobre mojado. La limitación de la movilidad en el municipio de Pontevedra es un nuevo ingrediente de un cóctel explosivo que amenaza con mandar a pique a los negocios en plena cuesta de enero y con los datos de contagios disparados
Adrián García (izquierda) es uno de los propietarios de Clarita. DAVID FREIRE
photo_camera Adrián García (izquierda) es uno de los propietarios de Clarita. DAVID FREIRE

El comercio de proximidad de Pontevedra está siendo engullido por la tormenta económica causada por el la pandemia de la covid-19. La decisión de la Xunta de establecer el cierre perimetral del municipio como fórmula para reducir la velocidad de contagios y mejorar los datos epidemiológicos ha sido una medida que ha hecho zozobrar aún más los pequeños negocios, según la valoración general que efectúa la patronal y distintos autónomos consultados por estas redacción tras los siete días en los que la Boa Vila mantiene cerradas sus fronteras.

Y es que las restricciones en la movilidad impuestas por la Administración gallega a la capital de las Rías Baixas se suman a otros factores que están formando un cóctel explosivo que amenaza con enviar a pique al pequeño comercio, entre ellos la tan temida cuesta de enero y el autoconfinamiento al que muchas familias se han sometido de forma voluntaria para reducir al mínimo la posibilidad de contagios por coronavirus.

Según José María Corujo, presidente de la Asociación de Empresarios de la Pequeña y Mediana Empresa (Aempe), el cierre perimetral del municipio "está siendo malo para todo el mundo", si bien considera que con esta restricción, a pesar de la caída de las ventas, "se ha redescubierto el comercio de proximidad, como ya ha ocurrido durante la campaña de Navidad. Ahora -subraya-las compras las hacemos en casa en vez de ir a otras ciudades, como ocurría antes de la limitación de movilidad. Se ha incentivado el comercio interior porque el comprador no ha salido fuera de la ciudad".

"Hace falta es que se acabe el problema sanitario de la covid-19 y se articulen programas y acciones para revitalizar el desastre económico que ha llegado aparejado a la pandemia", indica Corujo. Al mismo tiempo, insta a las distintas administraciones a articular acciones para impulsar la economía. "Hay que ir pensando en buscar soluciones para el problema que llegará después de que pase la pandemia y no se está haciendo como se debería hacer, porque unas administraciones están cumpliendo y otras no".

Por su parte Jesús Rey, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), señala que "los cierres perimetrales han afectado al consumo en los negocios, con gente cada vez más rehacia a salir de sus casas debido a la situación sanitaria", circunstancias a las que suma la empinada cuesta de enero y el cierre de los establecimientos hosteleros. "Es un cúmulo de factores que están ocasionando un bajón en las ventas en el comercio de proximidad. Está siendo un año desastroso para los empresarios y para los pequeños negocios y sin perspectivas de que la situación vaya a mejorar a corto plazo".

Rey indica que los emprendedores siempre intentan buscar soluciones, ser positivos y ver un poco más allá, pero advierte de que cada vez les está costando un poco más. "Alguno de nuestros asociados ha dado de baja su actividad o está prácticamente parado. En AJE seguimos abiertos a ayudar y colaborar a quien lo precise en estos momentos, sea asociado o no".

José María Corujo: "Es necesario articular programas y acciones para revitalizar el desastre económico que ha generado la pandemia"

Y es que, asegura, "son malos tiempos para poner en marcha proyectos empresariales. Hay algunos emprendedores que tienen planes interesantes adaptados a esta nueva realidad y que quieren sacar adelante, sobre todo echando mano de las subvenciones Galicia Emprende del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape)". Entre esas iniciativas cita la apertura de un restaurante en Marín, la organización de una feria en Vilagarcía de Arousa y el desarrollo de un proyecto industrial en Caldas de Reis. "¡Ojalá que en un mes la situación sanitaria se estabilice y puedan empezar a rodar con sus negocios!", confía Jesús Rey.

El presidente de AJE considera que las ayudas económicas "no son suficientes porque en muchas ocasiones ni se llegan a cubrir los gastos básicos y fijos". De ahí que vea necesaria la implicación de todas las administraciones en un frente común intentando ayudar a cubrir los gastos de los autónomos y de las pequeñas empresas en situaciones tan largas de parálisis de la actividad.

DAVID fotos Baleiron (zapateria Crack de Benito Corbal antes de las 3) y Adrian de Almacenes Clarita en la Herreria, viernes, 22 ene · 12:30–13:30"Algunos políticos no son conscientes de que esta situación no les es ajena. Me da la impresión de que a veces están gestionando algo que consideran que no les afecta, cuando lo cierto es que estamos implicados todos", critica Rey. Entiende que los políticos (sobre todo desde los concellos) deberían tener "más empatía con los emprendedores, a quienes a veces no quieren escuchar, y estar apoyando, gestionando y moviéndose a tope con la pyme y el autónomo".

Sobre la posibilidad de que la Xunta establezca un nuevo confinamiento domiciliario, el presidente de AJE entiende que si éste fuese de 15 días y ayudara a mejorar los datos epidemiológicos, "adelante ya, pero todo pasa por agilizar la vacunación lo más posible y que gente sea sensata para no tener que aplicar nuevas medidas estrictas de confinamiento".

CC U ZONA MONUMENTAL. También Miguel Lago, presidente del Centro Comercial Urbano (CC U) Zona Monumental, asegura que el cierre perimetral de Pontevedra "afectó" a la actividad comercial de los pequeños negocios, si bien apunta a que la crisis que perjudica la economía familiar también ha influido en el bajón registrado en las ventas. "Hay poco dinero para gastar. En esta situación de incertidumbre causa un miedo que empuja a las familias a ahorrar lo máximo posible", aclara.

Jesús Rey: "Hay emprendedores que tienen proyectos interesantes pero que no pueden poner en marcha en la actual situación"

Otro de los factores que está influyendo en el empeoramiento de las cuentas de resultados del pequeño comercio es, a criterio de Lago, "el cierre de la hostelería" (tan solo se permite utilizar el 50% del aforo a los locales que disponen de terraza). Además, advierte que si se prolongan las restricciones en la movilidad "sería un caos" que provocaría un aumento en la pérdida de puestos de trabajo.

"La aparición de la vacuna ya nos permite ver la luz al final del túnel. Tenemos que ser optimistas y confiar en que la vacunación se efectúe lo más rápidamente posible para la reactivación de la economía", sentencia el presidente del CC U Zona Monumental.

¿Y qué dicen los negocios sobre el cierre perimetral de Pontevedra? Juan Carlos Baleirón, gerente de la zapatería Krack, situada en Benito Corbal, asegura que la medida "afectó mucho a la actividad comercial porque hay que tener en cuenta que Pontevedra es una ciudad a la que viene a comprar muchísima gente de los concellos vecinos".

En su opinión, junto al cierre perimetral del municipio, hay otros factores que están influyendo en la caída de las ventas: "el mal tiempo (la llegada de un tren de borrascas), que estamos en la recta final de la cuesta de enero (la economía familiar está muy tocada) y el temor de la gente a contagiarse en los comercios".

"Tenemos mucha clientela que procede del extrarradio, incluso de zonas situadas a una distancia de 24 kilómetros como Cambados, Vilagarcía de Arousa y de Vigo, con familias que el fin de semana vienen a la ciudad del Lérez a comer en los locales del casco antiguo y que aprovechan para efectuar compras. El cierre perimetral nos está afectando muchísimo", subraya Baleirón.

La restricción en la movilidad que afecta al municipio de Pontevedra también perjudica a las ventas online de la zapatería Krack. "Muchos clientes nos llaman por teléfono para decirnos que no pueden acercarse hasta la ciudad para recoger el artículo que han solicitado a través de internet. Ahora la gente suele tardar entre 15 y 20 días en venir a recoger el pedido, a la espera de que se flexibilicen las limitaciones en los desplazamientos entre concellos. La venta online aumento un poco aunque no compensa el volumen de venta física en el propio establecimiento", comenta Baleirón.

Además, pronostica que si las restricciones se prolongan mucho más "esto va a ser más que un caos porque, como dice el refrán, el que puede aguantar aguanta y el que es legionario aguanta porque tiene mucha solera".

"Miguel Lago: "El cierre de la hostelería y el poco dinero para gastar también son factores que influyen en el bajón en las ventas"

"La situación que estamos viviendo ahora mismo es muy complicada y difícil para hacer frente al pago de las nóminas y el alquiler de los locales. No hay ambiente, lo que evidencia que la gente no tiene dinero para gastar", subraya el gerente de Krack.

ALMACENES CLARITA. Adrián García Suárez, propietario de Almacenes Clarita, señala que el cierre perimetral ha repercutido de forma negativa en las ventas porque un elevado porcentaje de la clientela de este negocio es de concellos de los alrededores. Está haciendo frente a esta limitación mediante el transporte de los encargos a los propios domicilios. "El cliente de siempre nos sigue siendo fiel en esta situación, haciendo esfuerzos para comprar".

El gerente de Clarita (negocio que a principios de febrero se trasladará de forma provisional a un local de la calle Manuel Quiroga debido a obras en la reforma del edificio en el que está situado, en la Praza da Ferrería) explica que las ventas de desplomaron por la tarde incluso antes del cierre perimetral, mientras que la actividad comercial matinal se mantuvo. "Por la tarde la gente se está quedando en casa. De hecho, por la calle se ve mucha menos gente en la segunda mitad del día".

Los primeros días del cierre perimetral se notó la presencia de nuevos clientes de la propia ciudad. "A medida que los días fueron pasando los datos de la pandemia fueron empeorando y la gente más asustada que prefiere quedarse en casa".

Adrián García indica que enero es un mes en el que los compradores se están midiendo mucho a la hora de gastar. "El miedo al contagio -que hace que la gente se autoconfine- y la incertidumbre por el mantenimiento del puesto de trabajo son factores que también influyen en la caída de las ventas".

Además, en el caso de Almacenes Clarita, el cierre de la hostelería le ha causado daños colaterales. "Estamos en la Praza da Ferrería, un lugar de paso de la gente que va a la zona antigua de la ciudad a tomarse unos vinos y a comer, Al tener que pasar por delante de nuestro negocio aprovechaban para hacer alguna compra y con el cierre de los bares y cafeterías ya no les vemos y eso lo estamos notando en las ventas. Esperemos que el tiempo mejore y permita al menos disfrutar de las terrazas", comenta Adrián García.

"Con el confinamiento habíamos aumentado las ventas porque la gente volvía a mirar para su casa y adquirir artículos que necesitaba para el hogar. Ahora hay un parón enorme en las ventas", subraya. 

El Mercado lucha contra la limitación de la movilidad y las borrascas

El cierre perimetral del municipio no es el único motivo por el que se ha reducido la presencia de clientela en la Praza de Abastos esta semana. La llegada del tren de borrascas y los avisos naranja por mal tiempo han hecho que la flota haya permanecido amarrada, una medida de prevención que ha dejado las lonjas bajo mínimos.

El anterior cierre perimetral, decretado el 30 de octubre de 2020 por la Xunta en Pontevedra (que también incluía a Poio y Marín) ya había asestado un duro golpe en la economía local. Las restricciones, asociadas al repunte de contagios de coronavirus habían desinflado la feria ambulante de Rafael Areses y restado clientela al Mercado de Abastos.

Manoli Domínguez, que tiene un puesto de pescado y de marisco, afirma que ha perdido a parte de su "clientela de toda la vida" porque compradores de municipios de la comarca no pueden entrar en la capital por el cierre perimetral de Pontevedra.

 

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