La cifra de alumnado de la UVigo que realiza prácticas se multiplicó por cinco en siete años

De los 922 estudiantes que eligieron esta opción en el año académico 2009-2010 se pasó a más de 4.800 en el 2016-2017 (un 26% de los matriculados), incluyendo un repunte en el curso anterior

Dolores González. CEDIDA
photo_camera Dolores González. CEDIDA

Es el mantra de cualquier recién titulado universitario: el grado es una base teórica, sí, pero apenas supone el pistoletazo de salida hacia una carrera académica o profesional, ya que lo aprendido en las aulas se queda cojo sin una experiencia laboral, aunque sea en forma de beca o no tenga remuneración económica. Es por eso que para alumnos y docentes las prácticas son una opción imprescindible para completar la formación universitaria y optar con mayores garantías al mercado de trabajo, sin llegar totalmente perdido al mundo real.

Las cifras que maneja la Universidade de Vigo así lo confirman. El número de estudiantes que realiza prácticas, ya sean curriculares —incluidas en los planes de estudio— o extracurriculares, no deja de crecer año a año, solo con un ligerísimo descenso en el curso 2016-2017, el último del que se tienen datos. De hecho, se multiplicó por cinco en los últimos siete años académicos.

Así, en el 2009-2010 fueron 922 universitarios los que se apuntaron a esta opción, mientras que cuatro años después ya eran 3.322. En el curso 2014-2015 fueron 4.594 (el 24,4% de los matriculados) y el siguiente 4.917 (26,2%). En el 2016-2017 realizaron prácticas el 26% (4.839 universitarios).

En el campus de Pontevedra, este último curso, el porcentaje superó la media de la UVigo, llegando al 28,6%. Las cifras más altas se dan en grados como Enfermería —que supera ampliamente a las otras nueve titulaciones—, aunque casi todas las prácticas son curriculares, y en másters de Arte e Publicidade y de Profesorado.

HABILIDADES. La vicerrectora de Estudantes de la UVigo, Dolores González, subraya que "para calquera estudante as prácticas son o primeiro contacto que ten co mundo da empresa e nelas pode desenvolver outras competencias que non adquire necesariamente na parte académica da titulación". Se refiere a cuestiones de "desenvolvemento persoal, de traballo en equipo, habilidades comunicativas, dirección de grupos...".

Asimismo, alude a estudios que muestran que "un número importante de empresas chama a estudantes que tiveron en prácticas. É un método de contratación moi interesante, porque teñen a posibilidade de ver como se desenvolve esa persoa realmente, de ver a súa responsabilidade, o seu grao de compromiso... Esas cousas que non son tan evidentes nun currículo ou nunha entrevista".

Los alumnos son los primeros en saberlo y, en muchos casos, se buscan la vida para encontrar prácticas extracurriculares, una tarea en la que el Área de Emprego de la Vicerreitoría también tiene un papel activo. "Moitas veces procúranas eles directamente, por moitos motivos, non só pola posibilidade de quedar na empresa, senón porque saben que valoran que eses estudantes teñan algo diferencial: saber idiomas, participar en programas internacionais, ter feito prácticas en empresas... Achégalles valor engadido ao seu currículo e tamén supoñen posibilidades de atopar traballo".

El Plan Bolonia fue clave para que la cifra de becarios se disparase, tanto para realizar prácticas en España como en el extranjero, a través del programa Erasmus.

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