Las cirugías combinadas representan ya más del 80% de las operaciones estéticas

El Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez percibe un repunte en la demanda de intervenciones quirúrgicas para retocar varios "puntos débiles" a la vez, con un solo postoperatorio

La doctora Álvarez con un paciente. DAVID FREIRE
photo_camera La doctora Álvarez con un paciente. DAVID FREIRE

Las operaciones combinadas de estética está en boga. Las intervenciones puntuales para retocar el rostro o determinada parte del cuerpo han pasado a segundo plano. Ahora lo que se lleva es entrar en quirófano y mejorar distintas "puntos débiles" a la vez, lo que obviamente rentabiliza al visita al cirujano y optimiza los resultados. En una sola intervención se pueden corregir varios aspectos físicos y con el "extra" de que el paciente pasa por un único postoperatorio.

El servicio de Cirugía Estética del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez es fiel testigo de este cambio de tendencia, ya que más del 80% de las operaciones estéticas realizadas el año pasado fueron de este tipo. La responsable de la unidad, la doctora María Jesús Álvarez, entiende que los pacientes "tienen confianza" en la capacidad de los profesionales del centro, "hasta el punto de asumir corregir lo máximo posible". "Hace años los pacientes acudían a nosotros para rehacer su nariz, por ejemplo. Pero ahora también se corrigen características asociadas, como los pómulos, las cejas, el mentón o el labio para lograr un aspecto más armonioso".

La cirugía facial es una de las cirugías combinadas más comunes en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. Fundamentalmente, porque "el aumento de esperanza de vida" ha animado a muchos pontevedreses a solicitar un rejuvenecimiento facial. En el caso de la cirugía corporal combinada, la más habitual es el aumento o disminución de pecho, acompañada de una abdominoplastia (reconstrucción de la pared abdominal) y lipoescultura (remodelado de la silueta).

Otro ejemplo de cirugía combinada es el conocido como Mommy makeover, una intervención postparto que combina varias técnicas quirúrgicas para restablecer la forma, la posición y la firmeza de ciertas partes del cuerpo.

FUERA COMPLEJOS. En líneas generales la doctora Álvarez, con más de 20 años de experiencia en el sector, ha percibido, "sin lugar a dudas", un importante aumento en la demanda de operaciones estéticas. "Los pacientes del siglo XXI no solo buscan librarse de sus complejos, sino que también apuestan por obtener un aspecto más juvenil, dinámico, estético y armonioso en conjunto, para presentarse en su vida social con aspecto descansado, joven y sin imperfecciones evitables".

El servicio está activo todo el año, pero la primavera sigue siendo la época estrella para ponerse a punto. "Es verdad que cada paciente busca optimizar su cirugía y recuperación con su vida laboral y social, pero los meses de primavera parecen recordarnos que aún estamos a tiempo de estar a punto cuando llegue el verano", la estación del año en la que se muestra al público "más zonas de nuestro cuerpo" y en la que es habitual "reencontrarnos con personas a las que nos agradaría presentarnos con un aspecto mejorado".

Los pacientes combaten sus "complejos" con resultados "excelentes"
Carmen (nombre ficticio) fue una de las pacientes que se sometió el año pasado a una operación combinada en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. Con 39 años y dos hijos estaba descontenta con su aspecto físico, por lo que decidió dar el paso y combatir sus "complejos" en quirófano. "Había adelgazado mucho tras una operación de estómago y los pechos me habían quedado muy caídos tras los dos embarazos", relata. La intervención compaginó la colocación de dos prótesis mamarias y el levantamiento del pecho, con la extracción de la piel sobrante en el abdomen para lograr "una barriga más plana". Según dice, los resultados fueron "excelentes" y la recuperación "muy rápida".
A sus 73 años María (también nombre ficticio) se sometió a una blefaroplastia (levantamiento de párpados) y una pexia de cejas. En su caso, "no fue por estética", sino por necesidad. "Tenía escozor constante en los ojos y se iban cerrando cada vez más. Además, el lagrimal era tan fuerte, que cuando iba conduciendo tenía que parar, porque no veía".
Según dice, la intervención "fue maravillosa" y "la recuperación estupenda". "El dolor desapareció y tengo más campo de visión".

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