El Concello abre la puerta a un convenio con el Club Naval por el uso del puerto deportivo de Pontevedra. El portavoz municipal y edil de Facenda, Raimundo González Carballo, confirmó este martes la posibilidad de un acuerdo con la entidad, que reclama una compensación económica por la cesión gratuita de espacios en sus instalaciones para que el servicio municipal de Bombeiros pueda amarrar su lancha y para que Protección Civil realice sus prácticas.
La intención inicial del colectivo es que la Administración local le condone la mitad del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que cada año le supone un gasto de 8.500 euros. Esta aspiración podría caer en saco roto, tal y como recordó González Carballo. "O IBI non é algo que se poida compensar. É un proceso regrado e deben ser os servizos técnicos os que estuden alternativas", explicó.
Lo que sí es factible es un acuerdo económico según el cual el Concello pague un canon por la utilización del puerto deportivo. "Imos velo. A figura do convenio é posible", recordó el edil.
La solicitud del Club Naval se expuso en una reunión celebrada el martes entre varios de sus directivos con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y tres de sus concejales: el propio González Carballo, Anxos Riveiro (Deportes) y Luís Bará (Patriminio Histórico). Este último les expuso las iniciativas que su partido, el BNG, llevó al Parlamento gallego para tratar de desbloquear el proyecto de dragado del canal de navegación del Lérez, que iría desde las inmediaciones de Ence hasta el puerto deportivo.
La retirada de los sedimentos del fondo del mar es una de las reivindicaciones del club, que ha visto inutilizado uno de sus cuatro pantalanes. La obra es una vieja demanda de distintos colectivos sociales de Pontevedra. Comenzó a trabajarse en ella en 2009. En 2011 se iniciaron los trámites, pero los cambios legislativos en 2014 retrasaron los mismos. En enero de 2017, el anteproyecto fue sometido a exposición pública (fase de alegaciones). Desde entonces, Portos de Galicia la ha metido en un cajón por falta de consenso con el sector marisquero, que pedía que los fangos se depositasen en otro lugar que no fuera detrás de la Illa de Tambo.
González Carballo vinculó el retraso del dragado al desinterés de la Xunta por la actuación, que prometió reactivar este año. "Lamentamos profundamente as manobras dilatorias que están agravando a situación. O problema dos lodos tense que resolver. Se ten que haber unanimidade, non se vai facer. Isto amáñase con vontade política e con pasta nos Orzamentos. A situación pasa de castano escuro. A obra tiña que estar feita. Aquilo é un lodazal", criticó.
