La cuarta Uci ya está al 75% de su capacidad

Son días difíciles en las unidades de críticos de Montecelo. La presión sigue aumentando y la cuarta Uci, habilitada en la Unidad de Recuperación Postanestésica, ya está ocupada al 75% (con seis camas ocupadas de un total de ocho). Al menos tres quirófanos han sido preparados para funcionar como quinta Uci, mientras varios críticos no covid han sido desviados al Hospital Provincial.

Las cirugías han sido suspendidas en Montecelo, donde solo se mantendrán las intervenciones extraordinariamente urgentes.

La situación, común a la de otras áreas sanitarias gallegas, ha llevado a la dirección del complejo hospitalario a buscar refuerzos de personal en otros servicios de Atención Hospitalaria y Primaria, sobre todo de enfermería, la categoría más deficitaria en estos momentos. Los pacientes covid graves necesitan una ratio mayor de enfermera por cada paciente y esto ha dado lugar a que un número significativo de profesionales del área se adentren por primera vez en una unidad de críticos.

EXPERIENCIA. La dirección del Área Sanitaria insiste en que todos los turnos de las cuatro Uci cuentan con personal "con experiencia" en cuidados críticos y añade que estas unidades han sido reforzadas con enfermeras y auxiliares procedentes del área de quirófanos. "Os campos de actuación non son exactamente iguais, pero moitas das técnicas e procedementos usados nos quirófanos e en coidados intensivos son os mesmos: intubación orotraqueal, ventilación mecánica invasiva, uso de medicamentos vasoactivos, manexo de sedación profunda...", indicaron fuentes de la Gerencia.

A esto añade que ha incrementado la plantilla con otros efectivos "sen experiencia en intensivos", pero "precisamente para a súa formación neste campo". La covid no da tregua.

"IMPACTO PSICOLÓGICO". Manuel (nombre ficticio) es uno de los profesionales de enfermería que ha tenido que cambiar de hábitat laboral para asistir a los pacientes más golpeados por la pandemia. Forma parte de la plantilla de quirófanos, pero el jueves, al entrar a trabajar, se topó con que todo el personal del bloque quirúrgico debía trasladarse a las distintas unidades de críticos , "sin ningún tipo de formación previa y sin estar vacunado".

El sanitario asegura que este cambio le ha generado un importante "impacto psicológico", no tanto por el miedo al contagio, sino "por tener que volver a formarte en una situación de estrés y de caos, y teniendo que recurrir a un personal que ya está desbordado". "Siempre me gustaron los retos y está claro que voy a poner todo de mi parte, pero sabiendo que esto iba a poder pasar, pienso que deberían haber formado mínimamente al personal (...) Normalmente para trabajar en estas unidades de críticos exigen unas prácticas tuteladas de tres meses", advierte.

"ANSIEDAD". Ana (nombre ficticio) entró ayer a trabajar por primera vez como enfermera en una unidad de críticos. Según dice, aceptó el contrato prácticamente sin otra alternativa "porque si lo rechazaba me iría al último puesto de la lista y eso igual significaría estar mucho tiempo sin trabajar".

La profesional afirma que tanto ella como otros compañeros en situaciones similares "vamos con toda nuestra mejor voluntad", pero también critica la falta de una formación previa. "Tuvieron casi un año para formar a gente que les guste esto y no lo hicieron. A mí no me gusta responsabilizarme de algo que no sé hacer y que no fue fruto de mi decisión tampoco. Por esto voy con mucha ansiedad, porque es algo totalmente nuevo para mí. No vi un respirador en mi vida", indicaba este sábado, antes de entrar al trabajo.

El personal fijo también atraviesa una difícil situación. Muchos equipos se ven abocados a reforzarse entre sí y a renunciar a sus días de descanso para atender la presión asistencial. "Estamos alucinados con el ritmo de ingresos. Esto es mucho peor que la primera ola", decía este sábado una de las trabajadoras. Según fuentes extraoficiales, Montecelo, que cuenta con 50 camas de Uci, alcanzó este sábado los 35 críticos (equivalentes al 70%).