"No cubrimos ni el 50% de la demanda empresarial"

El CS de Sistemas Electrotécnicos e Automáticos del IES Frei Martín Sarmiento contrapone su baja matrícula al trabajo seguro
Alumnos de 2º de este ciclo superior de Sistemas Electrotécnicos. DAVID FREIRE
photo_camera Alumnos de 2º de este ciclo superior de Sistemas Electrotécnicos. DAVID FREIRE

Las empresas ofrecen a los alumnos prácticas remuneradas antes de acabar sus estudios y se los rifan al terminar, desde Galicia a Alemania. Sin embargo, la escasa matrícula no hace justicia a la garantía de empleo seguro con el título en la mano. Es el ciclo superior de Sistemas Electrotécnicos e Automáticos, que se imparte en el IES Frei Martín Sarmiento.

Actualmente, el instituto pontevedrés cuenta con 1.099 estudiantes, de los que 600 cursan alguno de sus ciclos. En este, apenas hay 13 matriculados en primero (de 22 plazas ofertadas) y 11 en segundo. Algo similar sucede en su hermano pequeño, el ciclo medio de Instalacións Electrotécnicas: en primero sí se cubrieron las 22 plazas (e incluso en alguna clase hay 22 alumnos, contando a los repetidores), pero en segundo solo son ocho.

"Están cubrindo demandas da industrialización media e baixa, que é a que temos na contorna –explica el docente Toño Magariños–. Precisan, sobre todo, técnicos medios e de grao superior relativamente especializado e eles teñen competencias en programación de automatismos e instalacións electrotécnicas, en informática, de proxectos... Poden desenvolver tarefas relativamente complexas, redes de media tensión, poden traballar en xeración de enerxías renovables... Son técnicos bastante capacitados, sobre todo en comparación cos de ciclo medio e mesmo en moitas ocasións equivalentes aos enxeñeiros eléctricos. Teñen amplos camiños dentro do mercado laboral, que ademais está tendendo a un técnico competente en varias facetas, máis que a hiperespecialización". Ahora mismo, destaca, la inserción laboral es del 100%. "Non somos capaces de cubrir a demanda que temos de empresas para prácticas e tamén de titulados. A demanda supera por moito a oferta".

De ello da fe Miguel Fernández, profesor encargado del módulo de Formación en Centros de Traballo (FCT), el enlace entre los estudiantes y las firmas del sector. "Recibimos ofertas cada 15 días y no somos capaces ni de cubrir el 50% de la demanda". Al mismo tiempo, desde hace unos tres cursos la matrícula en este ciclo experimentó un notable descenso, un hecho que tampoco es desconocido en otros institutos gallegos.

La situación era radicalmente opuesta en los años de la crisis, cuando "no conseguíamos colocarlos, pero ahora hay mucha demanda, incluso para puestos de responsabilidad, a los que antes no podían acceder hasta dentro de cuatro o cinco años".

La mayoría de las empresas demandantes son del entorno de Pontevedra, pero cada vez más llegan las ofertas de Padrón, Boiro o Vigo, con las firmas del sector del metal y la automoción. "Se quedan a los mejores y con buenas posibilidades de promoción".

Aunque son pocos –y menos aún de Pontevedra, ya que la mayoría proceden de Vigo y O Salnés, por ejemplo–, es obvio que la garantía de empleo al salir del instituto es un aliciente para los actuales estudiantes, aunque este ciclo no fue siempre su primera opción. Es el caso de Víctor Crespo, Jorge Candendo o Aarón Fontán. Los tres estudiaron el CM de Instalacións Electrotécnicas e iban para Robótica, "pero no había plazas". Ahora en el Sarmiento están muy satisfechos.

DESDE MADRID. Caso curioso es el de Víctor Pérez, de 19 años, un madrileño que acabó en Pontevedra después de terminar Bachillerato y trabajar en una empresa de electricidad. "Allí vi que era lo que me gustaba: electricidad, instalaciones, averías... Y este ciclo era el más apropiado. Estoy muy contento. Es muy completo".

En su comunidad de origen no solo no tenía plaza, sino que "allí hay que pagar 400 euros por curso y en Galicia es gratuito". Tener familia en las Rías Baixas fue definitivo. "Me hablaron muy bien de Pontevedra y tenía buenas referencias del instituto".

Ana Freijeiro imparte el módulo de Formación e Orientación Laboral (FOL), que engloba riesgos laborales, condiciones y derechos, entre otros asuntos.

Ella da cuenta de que estos estudiantes pueden participar en los proyectos Erasmus de movilidades para ciclos medios y superiores. "Teñen a posibilidade de facer as prácticas dentro da UE, que tamén é interesante para coñecer outros idiomas e outros métodos de traballo". Así, aunque regresan a trabajar a Galicia "volven con esa experiencia de estar dous ou tres meses no estranxeiro". Por eso pretenden "potenciar ese perfil internacional do alumnado" para el que los idiomas son imprescindibles. "En Alemania temos moita demanda de técnicos de electricidade e electrónica" y, aunque la barrera del idioma "é complexa, melloran moitísimo o seu perfil profesional e fainos máis atractivos para o mercado laboral".

De hecho, subraya, el perfil del técnico español es muy valorado y "tanto os soldos como as condicións son mellores que en España". Aarón es uno de aquellos a quienes le ofreceron quedarse. "Teñen as portas abertas. Recíbemos fenomenal, danlles facilidades de aloxamento, cursos de idiomas... Teñen moita necesidade de man de obra". Definitivamente, "é un sector privilexiado".

¿Y ellas? Solo una entre 54 estudiantes
Y si la matrícula es escasa, la presencia femenina es testimonial. Entre los cuatro cursos de ambos ciclos solo suman una alumna. "É algo que temos que superar", apunta la docente Ana Freijeiro. "A barreira é a matriculación, porque despois as rapazas que estudaron aquí saíron moi contentas, pero parece que son familias masculinizadas".


BRECHA DE GÉNERO


"Ser la única chica no me influye para nada; nos respetamos todos y nos reímos juntos"

Cristina Fontán tiene 18 años, vive en Monte Porreiro y estudia 1º del CM Instalaciones Elecrotécnicas. Ella es la única chica entre 54 estudiantes. Llegó al Sarmiento después de acabar Secundaria.

"Elegí este ciclo por cercanía y porque realmente me gustaba y me parecía más interesante". Ser la única alumna no le influye "para nada". "Me siento muy bien, nos respetamos todos, nos reímos juntos...". Ella recomienda el ciclo sin dudas. "Si te gusta esto no digas que es un ciclo de chicos. Es para todos". Aunque no tiene antecedentes familiares en el sector "somos todos muy manitas, incluso mi madre", por lo que en casa "les pareció muy bien" su elección. "Me apoyaron mucho". Y para colmo, la buena inserción laboral. "Claro que influye".


"Sigue el estigma de que es un sector masculinizado, pero si te gusta, ve a por ello"

Flor Jamardo, de 24 años, es de Vilagarcía. Hace seis meses terminó el CS de Sistemas Electrotécnicos y empezó a trabajar inmediatamente en la factoría STAC, en Padrón, la misma donde realizó las prácticas del ciclo. Allí hace "herrajes de ventanas, puertas, aluminio, metales, automatismos...". Este mes prevé renovar "para un tiempo largo". "Es un sector que está creciendo tan rápido que necesita mucha gente. Ya lo decían en clase".

Ella lo tenía claro. Al terminar Bachillerato, y eso que era del de Ciencias Sociais, se matriculó en el CS de Automatización y Robótica Industrial en A Coruña. "Estuve un tiempo trabajando en una empresa de automatización y al acabarse el contrato pensé en formarme un poco más" y eligió el ciclo del Sarmiento. En los cuatro cursos fue la única mujer en clase. "Es una anécdota. Me sentí una más. No tuve ningún trato distinto por ser chica".

La elección fue "por influencia de mi padre. Él se dedica a esto, programa robots, PLC, está metido en el mundo de la automatización y cuando me hablaba de lo que hacía me parecía súper interesante. Buscando mi camino me encontré con el ciclo y me animé".

Sus expectativas se cumplieron totalmente. "Me gusta mucho el formato de la FP porque no solo es teoría pura y dura. Tienes prácticas en clase y en empresas. Eso lo valoro muchísimo". Es por eso que anima a las chicas a que se matriculen, si les atrae este sector, porque, además, "la automatización tiene muchísimas salidas y si te gusta, ve a por ello".

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