La DEA y la Policía de Colombia desmantelan la organización que cargó la cocaína que iba a recoger Santórum

Operaba desde la Alta Guajira hasta la ría de Pontevedra
La droga del Karar, en el puerto de Vigo. ARCHIVO
photo_camera La droga del Karar, en el puerto de Vigo. ARCHIVO

Desde la Alta Guajira hasta la ría de Pontevedra, pero también hacia México y Estados Unidos, previo paso por islas del Caribe y Centroamérica. Así operaba la gran organización internacional desarticulada en un operativo en varias fases desarrollado en Colombia, Estados Unidos, América Central y España, iniciado en 2018 y concluido tras la interceptación del Karar, la embarcación con 3.800 kilos de cocaína en sus bodegas cuya recepción se atribuye al clan de Juan Carlos Santórum.

La Guajira, una región fronteriza con Venezuela y perfecta para la exportación de droga con la connivencia de las autoridades locales y del clan de Los Soles del país bolivariano, era el punto en el que el grupo desarticulado, bautizado como clan del Indio, compuesto en gran parte por indígenas originarios de la citada región. 

La DEA y las autoridades colombianas, apoyadas en la Brigada Central de Estupefacientes, estiman que 27 toneladas de cocaína decomisadas en dirección a España y a Estados Unidos (entre ellas el citado alijo del Karar) salieron de la selva en los todoterreno de este grupo y fueron embarcadas en lanchas rápidas (allí llamadas go fast) por miembros del grupo desarticulado. Unas 75 personas (incluidos los gallegos) fueron detenidas. En Colombia fijan en la cúspide del entramado a Sócrates G.B.F., alias Indio, que trabajaría con alias El Señor y alias Pollo.

Los investigadores aseguran que este entramado colocaba la mercancía en los barcos (veleros, pesqueros, remolcadores o mercantes) siguiendo un patrón similar al de los gallegos a la hora de introducirla, pero al revés: cargando la droga en tierra y descargándola en altamar. Se servían, para ello, de sus múltiples contactos con las autoridades de los distintos países de tránsito. 

El gran error que les llevó a caer en manos de la DEA fue el tránsito del Karar por aguas jurisdiccionales de Estados Unidos, en un área próxima a Puerto Rico. Ello hizo que la Administración para el Control de Drogas tomase cartas en el asunto y moviese los hilos para que, merced a la cooperación internacional (con España y Colombia, en este caso) consiguiesen detener a la cúpula del citado clan, responsable de la carga en el barco que se dirigía a Galicia, pero también de al menos tres alijos más incautados al Sur de Jamaica en agosto de 2019 (4.200 kilos), cerca de Islas Vírgenes en enero de 2020 (1.300 kilos) y al Noreste de la propia Guajira (5.460 kilos en febrero de este año), todo ello con destino final en Estados Unidos y en Europa, en este caso a través de mafias afincadas en la provincia de Pontevedra.