La desescalada resucita la hostelería y aviva el comercio

Veintidós concellos del área reanudan el consumo en el interior de los locales de restauración y ponen punto y final al cierre perimetral ▶Ponte Caldelas espera abandonar el nivel alto de restricciones "nos vindeiros días", mientras Cambados solicita la revisión de sus datos para aliviar las limitaciones ▶Soutomaior también tiene la "esperanza" de bajar un peldaño
Decenas de bares del área pudieron reactivar el servicio en interior (a un 30%) además de mantener el de terrazas (al 50%). DAVID FREIRE
photo_camera Decenas de bares del área pudieron reactivar el servicio en interior (a un 30%) además de mantener el de terrazas (al 50%). DAVID FREIRE

El alivio de las restricciones insufló este lunes algo de oxígeno a un área sanitaria, la de Pontevedra y O Salnés, que llevaba casi cinco meses subyugada a un cierre perimetral oscilante y condicionada la mayoría de las veces por restricciones más severas que otros lugares de Galicia.

22 de los 26 concellos que integran el territorio sanitario (en los que residen el 88% de los casi 300.000 habitantes del área) pasaron del nivel alto de limitaciones al nivel medio, lo que ha permitido acercarse un poco más a la nueva normalidad pandémica. La hostelería ha podido reanudar el consumo en el interior de los locales con un aforo del 30% y mantener el servicio en terrazas, que sigue limitado al 50%. Y a nivel de movilidad la diferencia respecto a hace una semana es más que sustancial.

Desde la madrugada del pasado lunes, los habitantes de estos 22 concellos del área sanitaria tienen vía libre para desplazarse al resto de municipios gallegos en su misma situación epidemiológica, que son la práctica mayoría: 298 de un total de 315, entre los que se incluyen las grandes urbes gallegas.

HOSTELERÍA. La desescalada animó a un buen puñado de negocios de la ciudad y alrededores a desempolvar manteles, aunque en realidad es y será una reactivación a medias.

La reapertura no ha sido simultánea, sino que se hará de forma progresiva durante esta semana, pues no todos han conseguido preparar el establecimiento y cerrar acuerdos con los proveedores a tiempo. Además, la mayoría de los que se reincorporan al terreno de juego son los titulares de los negocios, que dados los aforos y la debilidad de sus economías se ven abocados a preservar cada céntimo. El grueso de la plantilla seguirá en el banquillo de los Erte, donde las prestaciones siguen llegando "con retraso", subrayan agentes del sector.

Ponte Caldelas es uno de los tres ayuntamientos del área afectado por las restricciones de nivel alto. RAFA FARIÑA
Ponte Caldelas es uno de los tres ayuntamientos del área afectado por las restricciones de nivel alto. RAFA FARIÑA
 

COMERCIAL SIN FRONTERAS. A nivel comercial el levantamiento del cierre perimetral promete animar unas ventas tocadas y hundidas por una pandemia que se ha cargado (casi) todas las citas importantes del calendario.

En la joyería Ferse, ubicada en la calle Daniel de la Sota, ya se percibió un repunte de las ventas cuando la Xunta autorizó los desplazamientos entre los concellos del área sanitaria y ahora su responsable, Jorge Fernández, recibe con "agrado y expectativas" el alivio de las restricciones. El empresario cree que la reactivación de la hostelería favorecerá la afluencia de clientes y que las nuevas condiciones de movilidad contribuirán a hacer caja. "De hecho, cuando abrieron los ayuntamientos limítrofes ya lo percibimos y aunque la mayoría de nuestra clientela de fuera es de la zona de O Salnés, hoy (por este lunes) recibimos a una clienta de Vigo, por lo que el levantamiento del cierre ya se ha notado", indicó a preguntas de este periódico.

En la Plaza de Abastos de Bueu ha ocurrido algo similar. Cuando se autorizó la interacción entre municipios del área "se levantaron las ventas" y ahora la previsión es que los ingresos suban algo más con las compras de particulares procedentes del área sanitaria de Vigo. "Tenemos muchos clientes de Cangas, Aldán y la zona de Vigo, y creemos que el levantamiento del cierre se va a notar de forma positiva. Somos la única plaza de los alrededores que abre por la tarde y la mayoría de la gente que viene en ese horario es de fuera. De hecho, hasta hace poco no venía casi nadie por las tardes, porque la gente de aquí suele comprar por la mañana", señaló Eva Castilla, empleada de Pescados Lita.

DESPLAZAMIENTOS. Las carreteras que comunican el área de Pontevedra con el norte y el sur de la provincia registraron un mayor trasiego de vehículos. Los trabajadores de la estación de servicio San Simón, ubicada en la AP-9 a su paso por Vilaboa, percibieron que el volumen de clientes "empieza a subir" y aunque por el momento el crecimiento "es lento" ya es una constante desde el pasado fin de semana.

En la ciudad también se ha percibido un incremento en el flujo de automóviles. Prueba de ello es que, según fuentes consultadas, la intensidad del tráfico que entra a la ciudad por el puente de los Tirantes ha crecido con la reducción de las restricciones, especialmente a partir de que se permitió entrar y salir a otros municipios del área con el mismo rango de incidencia. El pasado día 5 se llegaron a contabilizar más de 7.200 coches en el vial de entrada, casi dos mil más que otros viernes en los que la circulación estaba limitada al ayuntamiento capitalino.

El Sergas inició este lunes un cribado en Arcade (Soutomaior) dirigido a unas 2.500. DAVID FREIRE
El Sergas inició este lunes un cribado en Arcade (Soutomaior) dirigido a unas 2.500. DAVID FREIRE
 

EN NIVEL ALTO. Realidad distinta vivieron los cuatro ayuntamientos del área sanitaria que siguen afectados por restricciones superiores: Ponte Caldelas, Cambados y Vilanova de Arousa, que al menos seguirán hasta el próximo viernes en nivel alto de limitaciones, y Soutomaior, que continúa en el nivel máximo.

En el primer caso la actividad socioeconómica siguió condicionada por la prohibición de consumir en el interior de los locales y por la máxima de que solo pueden tener movilidad entre ellos y con otros diez concellos en su misma situación, que son Arteixo, Mugardos, Cariño, Miño, Ponteceso y Sobrado en A Coruña; Guitiriz y Paradela en Lugo, y Mos. En todos ellos la hostelería está limitada a las terrazas, lo que ha llevado a muchos empresarios del sector a continuar con las puertas cerradas.

El alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, explicaba el lunes a este periódico que "tanto a hostalería como o comercio se ven condicionados pola circunstancia de que a Xunta nos mantivese no nivel alto", aunque lejos de lanzar reprimendas. El socialista dice entender que "son normas do Comité Clínico que hai que cumplir" y dice creer que se trata de "un último esforzo de todos para poder deixar atrás esta terceira onda".

El regidor indica que el núcleo comercial ha percibido una reducción de la clientela que suele acudir de concellos vecinos, pero que esto se ve compensado por el consumo interior. El comercio de Ponte Caldelas "segue mantendo toda a clientela do municipio que, ó non poder ir a zonas comerciais próximas como Pontevedra, seguen apostando polo comercio local".

En otro orden de cosas, el alcalde indica que la evolución de la pandemia en el municipio durante la última semana deja ver "unha importante melloría", a que la incidencia acumulada a siete días es menor de 25, lo que lleva a presagiar que "nos vindeiros días poidamos baixar ó nivel medio, no que se atopan a maior parte dos concellos da contorna".

CAMBADOS. El Concello de Cambados ha solicitado directamente a la Xunta de Galicia la revisión de su nivel de restricciones, pues considera que su situación epidemiológica también es merecedora de una desescalada que le permita pasar del nivel alto al nivel medio de restriciones.

La alcaldesa del municipio, Fátima Abal, explica que la incidencia acumulada ha descendio y actualmente está por debajo del umbral de los 250 casos por cada 100.000 habitantes, al igual que los 22 concellos que se encuentran en nivel medio. "Cando se publicou o DOG só tiñamos un caso activo máis dos que eran necesarios para superar esa incidencia, pero na fin de semana baixamos ata 32 casos activos, o que nos permitiría pasar de nivel.

La regidora incide en que el municipio cambadés suma ya muchas semanas condicionado por unas limitaciones particulares y generales que han asado factura al tejido socioeconómico. Por eso considera crucial levantar las que están ahora mismo vigentes. "Non só pola pola posibilidade de movernos por Galicia e poder traspasar o límite perimetral do municipio, algo que favorece o comercio, senón polos aforos na hostelería, que favorecerían a actividade no sector".

Por ahora el municipio no ha obtenido respuesta institucional, si bien su regidora espera que sus peticiones sean atendidas en la reunión del Comité Clínico prevista para este martes y que la desescalada sea efectiva a partir del viernes (para cuando en principio está previsto que se publique el próximo DOG con la revisión de las medidas covid".

NIVEL MÁXIMO. Soutomaior es el único concello del área sanitaria que está siendo objeto de las máximas restricciones, Esto es, sin hostelería y con cierre perimetral inquebrantable, el cual impide a sus vecinos desplazarse incluso a los otros tres ayuntamientos gallegos en su misma situación epidemiológica: O Carballiño y A Mezquita en la provincia de Ourense y A Pobra do Brollón en la provincia de Lugo.

Además, en este caso las reuniones solo están autorizadas entre personas convivientes, no como ocurre en el resto de concellos del área, en los que se permite reuniones de hasta cuatro personas que no coviven en el mismo domicilio.

El alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, indicó este lunes a preguntas de este periódico que "son momentos difíciles que los vecinos aceptan con resignación, pero también con la esperanza de poder rebajar las restricciones esta semana". La incidencia acumulada (el parámetro que mide el nivel de contagios recientes, en los últimos 14, 7 o 3 días) ha ido bajando en las últimas fechas, lo que invita a pensar que quizás el concello también pueda bajar de nivel de restricciones y situarse en el nivel alto, lo que permitiría sobre todo una reactivación de la hostelería en las terrazas (limitadas al 50% de ocupación).

La presión hospitalaria es otro de los factores que se tienen en cuenta a la hora de planificar las restricciones, pero actualmente ha dejado de ser un obstáculo. El nivel de ocupación hospitalaria con pacientes covid es bajo y evoluciona favorablemente.

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