El 76% de las bodas ya son civiles

Nos casamos menos, más tarde y por lo civil. Grosso modo, es la conclusión que uno extrae cuando analiza los últimos datos del Ine sobre matrimonios, correspondientes a 2018.

Según estos, Pontevedra registró el año pasado 261 matrimonios, 109 menos que hace una década, y una gran mayoría esquivó el altar. El 76% de las bodas fueron celebradas por la vía «exclusivamente civil», un porcentaje de récord que incluso supera en cuatro puntos a la media nacional (del 72%). Como consecuencia, solo el 22% recurrieron al rito católico y cuatro casos lo hicieron conforme a los cánones de «otras religiones», una categoría que solía quedar desierta en las anteriores ediciones de las estadísticas en cuestión.

MÁS MADUROS. Diez años atrás la tónica era bien distinta y el pulso lo ganaban los matrimonios religiosos, que representaban el 55% del total. Además, el perfil de los esposos y esposas ha cambiado notablemente.

El 17% de los consortes pontevedreses está divorciado de una pareja anterior

El 90,8% de los hombres que se casaron el año pasado en el municipio superaba los 30 años y el 84,6% de las mujeres, otro tanto de lo mismo. Las nupcias encuentran ahora más dificultades, de tipo laboral y social, y hacen que la edad de los contrayentes vaya ‘in crescendo’ hasta la media actual de 36 años. Once hombres de los contabilizados el año pasado incluso superaban los 60.

Por la contra, en 2008 la edad media se acercaba más a los 30 y en 1998 más de la mitad contraía matrimonio con menos de 30.

De forma simultánea, el porcentaje de consortes divorciados también ha evolucionado al alza, hasta el punto de que el 17% de los que se casaron el año pasado en el concello estaban separados de una pareja anterior. Hace una década, solo el 10% de los consortes estaban en esta situación y hace dos era casi una situación excepcional que se daba en el 5,5% de los casos.

La mitad de las pontevedresas que fueron madres en 2018 no habían contraído matrimonio

Curiosamente, el 50% exacto de las pontevedresas (294) que dieron a luz el año pasado estaban casadas y el 50% restante no habían contraído matrimonio. Dentro de estas últimas, 53 informaron de que mantenían una relación estable y 75 comunicaron lo contrario, que no mantenían ninguna unión estable. La costumbre de parir teniendo pareja está pasada de moda.

Los nacimientos tuvieron lugar mediante 534 partos, de los que 442 (el 83%) se desarrollaron de forma «natural» y 146 a través de una cesárea. De los 588 bebés, 37 fueron prematuros (nacidos antes de las 37 semanas), 14 gemelos y dos mellizos. Solo dos partos tuvieron lugar en un domicilio (asistidos por personal sanitario).

Los síntomas apuntan a que 2019 cerrará sus puertas con una nueva estocada en el índice de natalidad. Los datos provisionales advierten de que durante el primer semestre se contabilizaron en el municipio 255 nacimientos, que no llegan a la mitad de los registrados durante el ejercicio pasado.