Corría el mes de febrero cuando varias familias apostaron por el CEIP Praza de Barcelos para iniciar la escolarización de sus hijos en 4º de Infantil. Lo hicieron, explican en un comunicado, "porque desde hace años, con una matrícula de poco más de 25 alumnos» el curso «se organizaba en dos grupos". El mazazo llegó en el mes de julio, en plena pandemia, cuando les informaron que con apenas 19 solicitudes una de las aulas sería suprimida -pues la ratio máxima es de 25-.
"No obstante, a posteriori, se formalizaron cuatro matrículas más, llegando a un total provisional de 23 alumnos". Esta cifra, consideran, colisiona totalmente con las instrucciones de los protocolos en centros educativos, que se refieren en los "grupos de convivencia estable como la alternativa idónea para organizar los cursos de Infantil y Primaria".
En el comunicado que este jueves presentarán en Inspección Educativa y en el Concello alegan que estos grupos deben estar formados "por un número reducido de alumnos y un tutor de referencia" y no creen que 23 sea la cifra idónea.
"Dadas las actuales circunstancias sanitarias y existiendo ya los medios e instalaciones correspondientes, precisamente en este curso académico se hace más necesario que nunca mantener la planificación de grupos del curso anterior", sostienen. "A diferencia de otros centros educativos en los que puede existir la problemática de la falta de espacio para dividir grupos de alumnos y habilitar las llamadas aulas covid", este centro "sí dispone de las infraestructuras necesarias para reducir la concentración de alumnos y lograr así una mayor seguridad para nuestros hijos".
Subrayan, además, que los niños de tres años tienen "frecuente tendencia a contagiarse de todo tipo de enfermedad vírica", lo que sumado a las "dificultades propias de su edad en la adaptación a las nuevas normas y protocolos", hacen "imprescindible" trabajar en grupos mucho más reducidos que el previsto actualmente.
