Encontrar un piso para estudiantes ya es misión imposible

La reducida oferta de viviendas está copada desde junio. "Lo que sale, vuela", revelan las inmobiliarias
Una vivienda en alquiler en pleno centro de la ciudad. GONZALO GARCÍA
photo_camera Una vivienda en alquiler en pleno centro de la ciudad. GONZALO GARCÍA

Basta un rápido barrido por las inmobiliarias de la ciudad para confirmar una tendencia que se viene arrastrando cada vez con más fuerza: la oferta inmobiliaria en Pontevedra es cada vez más exigua y más prohibitiva. Y los pisos de estudiantes no son una excepción a este mantra.

"La verdad es que el mercado no es muy amplio y lo poco que sale, vuela. Esta casi todo alquilado desde junio", reconoce Ana Blanco, de Pontehabitat. Una afirmación que comparte Ibán Castro, gerente de Boa Vila.

Según su experiencia, la tradicional demanda de pisos amplios, donde se reunían hasta cinco y seis inquilinos para abaratar costes, está en decadencia. "Ahora se buscan más pisos de 2-3 habitaciones, porque la gente prioriza más la convivencia que la economía", indica Blanco.

El precio de una habitación en estas viviendas compartidas "depende mucho de la ubicación del inmueble y de su estado de conservación, porque ciertamente suelen estar peor cuidados que el resto de pisos que están en el mercado", subraya Castro.

DESDE 180 EUROS. De este modo, es posible encontrar una habitación por 180 euros, pero lo habitual es que el coste mensual esté por encima de los 200 e incluso los hay que llegan a los 280 euros.

Aunque la inflación ha disparado el mercado inmobiliario, sobre todo en los alquileres, lo cierto es que los pisos de estudiantes son un rara avis en esa escalada desorbitada. "Han subido un poco, pero no tanto como los demás", reconoce la trabajadora de Pontehabitat, tras matizar que lo normal es que "la gente repita piso".

Lo que sí han variado notablemente son las demandas de los universitarios. "Ahora son más exigentes que antes y preguntan si un piso dispone de servicios de los que antes ni se acordaban", recalca Ibán Castro.

Comentarios