La escasez de usuarios condena al único tren nocturno entre Pontevedra y Madrid

Renfe baraja anular definitivamente el servicio, suspendido desde octubre por el estado de alarma ► La conexión con
Cataluña de madrugada también peligra ► La compañía no pone fecha a la reposición de los demás trayectos afectados
Un Alvia con destino a Madrid en los andenes de la estación pontevedresa. DAVID FREIRE
photo_camera Un Alvia con destino a Madrid en los andenes de la estación pontevedresa. DAVID FREIRE

La inexorable espada de la ley de la oferta y la demanda pende sobre las conexiones nocturnas de Galicia con las dos principales ciudades de España: Madrid y Barcelona. Primero fue el estado de alarma, con el toque de queda, el que obligó a suspender estos servicios, ya de capa caída antes de la pandemia.

Y ahora, con el fin de las restricciones horarias y de movilidad, es el pírrico interés que despiertan entre los usuarios el que puede acabar condenándolos definitivamente a una vía muerta.

Al menos, esos son los planes que baraja Renfe y que se dan por hecho entre los trabajadores, a pesar de que el operador mantenga, oficialmente, su intención de reponer los servicios suspendidos por la pandemia; eso sí, "de forma gradual y sin avanzar fechas".

No obstante, las cifras no salen y ya antes de explotar la pandemia estos servicios eran deficitarios, lo que había provocado un replanteamiento por parte de Renfe. La entrada en vigor del estado de alarma le vino como anillo al dedo, al legitimar una cancelación que la compañía dudaba en aplicar por la posible contestación social que pudiera tener.

Más de un año después, los usuarios del tren han adaptado sus costumbres a la ausencia de estos trayectos, por lo que Renfe está más animado que nunca a rubricar su suspensión permanente.

La medida afectaría al tren hotel que une Pontevedra con Madrid -en ambos sentidos- y que partía de la estación pontevedresa a las 21.30 horas. Fuentes sindicales consultadas por este periódico aseguraron que "solo había cierto tráfico de viajeros los fines de semana, pero los demás días iba casi vacío".

Sin embargo, matizaron que de llevarse a cabo supresión, aún siendo relevante, tampoco causaría excesivo trastorno a los usuarios, pues disponen de otro convoy que sale de la Boa Vila a las 5.48 horas y llega a la capital de España a las 11 de la mañana. A mayores, existen otros dos trenes con salida de Pontevedra a las 6.59 (este haciendo escala en Santiago) y a las 14.52 horas.

BARCELONA. Un panorama igual de oscuro se dibuja sobre el TH que operaba de madrugada entre A Coruña y Barcelona. Y el desencadenante también es económico, pues la escasez de billetes provoca que los responsables de Renfe estén sopesando muy seriamente su borrado del mapa de trayectos. Sí se mantiene el tren diurno.

Del mismo modo, el Intercity que antes de la pandemia unía Galicia con el País Vasco ha sido suprimido y desde el 11 de enero se emplean enlaces en Miranda de Ebro y Vitoria, aprovechando el Alvia con Cataluña.

Los viajes con destino Portugal se vieron reducidos a la mitad por el estado de alarma, pasando de cuatro a dos. El pasado mes de agosto se recuperaron dos (uno por sentido) pero desde el 31 de enero, debido al cierre de fronteras, se mantuvieron en suspenso hasta el 1 de mayo. Los interesados en desplazarse hasta el país vecino en este medio deben tomarlo en Vigo y se apearán en Valença.

Los que sí se reactivarán gradualmente a lo largo de estas semanas serán los trenes de media distancia y los regionales que se habían visto afectados por el toque de queda, como el Vigo Guixar-Pontevedra, que pasó de seis servicios diarios antes de la covid a cero durante la pandemia. Renfe insiste en que se recuperará la rutina "pero no hay fecha".

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