Adrián Pérez Diéguez

"En España lo que falta es financiación y ayudas para poder realizar una investigación"

Una estrategia para facilitar el trabajo de los programadores informáticos cuando se enfrentan a la resolución de grandes problemas científicos aplicando técnicas de computación avanzada ha servido para que el jurado del Premio de Investigación 2018 de la RAGC decidiese por unanimidad que el joven pontevedrés se alzase con este reconocimiento

Adrián Pérez Diéguez. CEDIDA
photo_camera Adrián Pérez Diéguez. CEDIDA

"Achega unha solución capaz de facilitar o traballo dos programadores na resolución de problemas científicos de gran envergadura a través da computación avanzada". Así resume la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) el proyecto que el ingeniero informático Adrián Diéguez (Pontevedra, 1990) desarrolla dentro del Grupo de Arquitectura de Computadores de la Facultade de Informática de la Universidade da Coruña, que acaba de ser galardonado en la categoría de investigadores jóvenes en los Premios de Investigación 2018 de la entidad.

Antes de nada, enhorabuena por haber sido reconocido por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC). ¿Podría explicar de forma sencilla en qué se basa su trabajo?
Proporcionamos una herramienta, no solo para el mundo de la informática sino para cualquier investigador científico que necesite realizar cálculos numéricos en su investigación. Lo que hacemos es aprovechar la potencia de cálculo de las tarjetas gráficas de un ordenador en vez del procesador. Con los videojuegos las tarjetas gráficas han adquirido mucha potencia y se pueden utilizar para realizar cálculos numéricos. Lo que hacemos es aprovecharnos de ellas. Hay ciertas cosas que al ejecutarse en un procesador normal tardaban un tiempo y gracias a hacerlo en una tarjeta gráfica ese tiempo de cómputo de reduce bastante. Por ejemplo, una simulación química puede tardar meses o años en plataformas computacionales tradicionales y, gracias a esto, se puede reducir a semanas. Se trata de una aplicación de las tarjetas gráficas poco conocida para el público general. A nivel científico ya lleva unos años siendo cada vez más común y, en el día a día, hay un montón de aplicaciones que se traducen en cálculos numéricos. Aplicar un filtro a Instagram, la conducción de coches autónomos... todo esto se traduce a cálculos numéricos e interesa hacerlo lo más rápido posible.

Galardón
"A nivel local y gallego, que te arropen así es maravilloso. Es un reconocimiento más a la calidad de la tesis"

¿Cuántas personas integran el equipo que trabaja en esta investigación?
Yo seguí lo que había empezado hace tiempo otra persona. Llevo trabajando en ello seis años, porque hice mi proyecto de fin de carrera con este grupo de investigación, después hice el máster y la tesis del doctorado, que leeré la semana que viene. Además, también he tenido estancias de investigación porque he ido a Japón, al Tokyo Institute of Technology, donde trabajé en temas relacionados con la investigación. Realmente somos tres personas fijas y este equipo se puede incrementar un poco con colaboraciones.

¿Qué significó para usted haber recibido este galardón?
Es un reconocimiento al trabajo de todos estos años. A veces, cuando publicas artículos en revistas internacionales o en congresos ya es un reconocimiento a tu trabajo dentro de la comunidad científica. Pero a nivel más local y gallego, que te arropen así es maravilloso. Es un reconocimiento más a la calidad de la tesis.

¿Considera importante la existencia de este tipo de premios para seguir investigando en Galicia?
Depende de la investigación. A nivel económico, el aporte a una investigación de 1.200, 2.000 o 3.000 euros puede no ser mucho, aunque depende del ámbito. En el momento que necesitas un súper computador, que llegan a valer un millón de euros, o máquinas similares para hacer tu trabajo... es algo muy simbólico. Supone más a nivel anímico; que te hagan un reconocimiento así hace que sigas teniendo ganas de trabajar.

Investigación
"Con los videojuegos las tarjetas gráficas han adquirido muchísima potencia y se pueden utilizar para cálculos numéricos"

Se habla mucho de la fuga de cerebros. ¿Qué cree que hace falta para evitarla?
Cuando me fui de Erasmus a Suecia hace ocho años noté que la dinámica de las clases y la forma de darlas es diferente, pero a nivel de formación la que tenemos los ingenieros en España es igual o incluso mejor que la de otros países europeos. Aquí lo que falta es inversión, porque de nada te vale tener a la gente si luego tienes contratos precarios, no puedes actualizar las máquinas que utilizas... Por mucho cerebro que tengas, si no te dan los medios para poder desarrollar tu investigación no te queda otra que marcharte. Y, de hecho, ves la nacionalidad de muchos de los científicos que están en algunas de las universidades americanas del top 10 y uno es alemán, otro italiano, habrá algún japonés, algún chino... La gente va a donde hay una gran financiación y ayudas para que pueda realizar la investigación. Y, por desgracia, en España no es el caso. Se puede hacer investigación, pero no se puede competir con otros países que invierten muchísimo dinero en ello. Pese a ello, tanto en congresos internacionales como en revistas, las universidades españolas siguen apareciendo. A lo mejor no en igual medida que las de otros países, pero seguimos estando.

¿Cuándo y como surgieron sus inquietudes por la investigación científica?
A mí me vino un poco dado. En mi tercer o cuarto año de carrera tuve un profesor, que es ahora uno de mis directores de tesis, que me propuso hacer el proyecto de fin de carrera con él. Yo en aquel momento era un poco ajeno al mundo empresarial y de investigación, pero me pareció un tema interesante y lo acepté. Así, en el último año hice el proyecto con el Grupo de Arquitectura de Computadores, después me propusieron hacer el máster en esta especialidad y ya me vino el camino dado para hacer la tesis.

El futuro. "Lo que requiere la investigación es echarle tiempo y ganas, tiene que gustarte"

¿Y cómo ve su futuro?
Ahora acabo la tesis y los contratos postdoctorales y oportunidades de investigación que puede haber aquí no son tan apetecibles como los que te encuentras fuera o en una empresa privada. La suerte que tenemos en informática es que muchas de las cosas que investigamos tienen aplicación directa en el mundo empresarial, por lo que es un buen puente de la Universidad a la empresa. Pero me veo investigando, ya sea en el ámbito académico o el empresarial.

¿Qué consejo le daría a los estudiantes universitarios que estén planteándose investigar?
Que no tengan miedo a viajar, ya sea para hacer la carrera, el máster, el doctorado o lo que sea. Porque les va a abrir muchísimas puertas el día de mañana y van a aprender competencias transversales como el idioma, trabajar con gente de otras culturas... Y eso es fundamental en el mundo global en el que estamos hoy en día. Y, por otro lado, les diría que si hay un tema que les gusta que sigan trabajando en él, que les propongan a un profesor un trabajo de investigación o proyecto fin de carrera sobre ese tema y que trabajen. Porque, al fin y al cabo, lo que requiere la investigación es echarle tiempo y ganas. Y si no tienes ganas el tiempo se te hace largo. No pueden hacerlo porque no haya alternativa, tiene que gustarles.

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