"Hay fracaso escolar, hay largas listas de espera en la sanidad... tenemos problemas, pero yo estoy harta de los diagnosticadores, yo quiero solucionadores de problemas", explicaba este viernes a los jóvenes del IES Valle Inclán la hasta ahora presidenta del Congreso, Ana Pastor.
La visita de la política, número uno de la lista del Partido Popular por la provincia de Pontevedra al Congreso, se produjo en el marco del proyecto Escola Embaixadora Júnior do Parlamento Europeo, que ya contó en su programación con otras visitas de cargos políticos e insitucionales en Europa. De este modo, Pastor habló ayer del papel del Parlamento en una monarquía parlamentaria como la española, de sus funciones y de la forma en la que se trabaja en el mismo. Todo desde la perspectiva de la segunda mujer que ejerce el cargo de presidenta del Congreso en 200 años de historia de la institución.
En este sentido, animó al alumnado, especialmente a las chicas, a formarse para tener una carrera profesional. "Después de tener una profesión y un puesto de trabajo es cuando podéis dar el salto a la política, para aportar vuestros conocimientos", dijo. Así, hizo especial hincapié en el papel de las mujeres para cambiar la agenda política a mejor. "Nuestra experiencia vital es muy importante y tenemos que estar en política por eso", contó. De la misma forma, recomendó a las más jóvenes estudiar para tener independencia económica. "El cambio está en que las mujeres no tengamos que pedir dinero a los hombres para vivir", declaró.
Además, dio algunos datos que muestran que la desigualdad entre sexos sigue siendo una realidad: la brecha salarial del 14%, los casi mil asesinatos machistas desde 2003 o el porcentaje de mujeres en las universidades, que contrasta con el número de mujeres en puestos de responsabilidad.
Tras su intervención, en la que defendió la Constitución, "que se puede cambiar con acuerdos", la cabeza de lista de los "populares" respondió a las preguntas de los alumnos. Estos se interesaron por las dificultades de ser mujer en el Congreso, por la igualdad en su partido o por su salto del funcionariado a la política. "A mí me vinieron a pedir que fuese en una lista y acepté sin pensármelo mucho; luego cuando tuve que dar mi primer mitin me eché las manos a la cabeza y creo que lo hice fatal, aunque con el tiempo me fui acostumbrando", terminó.
