Los forenses describen cómo Marcos Vidal acabó con la vida de Manuel Rivas

El relato de los médicos que practicaron la autopsia de la víctima del crimen de Ponte Caldelas centra la tercera jornada del juicio

Marcos Vidal, en la entrada de la Audiencia de Pontevedra en una de las sesiones del juicio. GONZALO GARCÍA
photo_camera Marcos Vidal, en la entrada de la Audiencia de Pontevedra en una de las sesiones del juicio. GONZALO GARCÍA

Los forenses han centrado la tercera jornada del juicio por el crimen de Ponte Caldelas, celebrada este miércoles en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, en donde han asegurado que el procesado mermó la "capacidad de defensa" de la víctima.

Los médicos que realizaron las autopsias al cadáver de la víctima de este crimen, Manuel Rivas Muiños, han explicado que éste murió desangrado a consecuencia de las hemorragias producidas por las múltiples cuchilladas "muy simultáneas" que recibió.

En virtud de su examen forense han concluido que el fallecido tenía "mermada su capacidad de defensa" en el transcurso de la agresión con arma blanca que recibió de Marcos Vidal G., autor confeso de los navajazos.

Según han explicado al tribunal del jurado, la víctima presentaba una herida de "contención" en el hombro derecho causada por una rodilla al ser inmovilizado. Además el fallecido tan solo sufrió heridas de defensa en la mano izquierda, porque era la única que tenía libre. 

Otro detalle señalado por los forenses ha hecho referencia a que la agresión se produjo cuando el agresor y la víctima se encontraban en el suelo, como revela la ausencia de salpicaduras de sangre en la pared.

Además de los cortes de carácter defensivo producidos en la mano izquierda, el cuerpo de la víctima tenía más de veinte cuchilladas, la mayoría en el tórax excepto tres que tenía en el cuello y cuyo carácter no era mortal, y una herida en la espalda que "probablemente" fue la última debido al poco infiltrado hemorrágico que presentaba.