afronta la campaña ilusionado y convencido de que las encuestas no siempre son fiables. La trayectoria profesional de Antonio Ramilo (Vigo, 1966) siempre ha estado ligada al mundo de la empresa, actividad que compagina con su otra gran pasión: la política.
Usted ya ha participado activamente en otros comicios, pero estos son totalmente anómalos. ¿Cómo los está viendo?
Es una campaña anómala, pero también porque la democracia está en juego. Los actos violentos, los insultos y las agresiones que se viven alrededor de Vox están impidiendo a mucha gente ejercer su derecho democrático de poder escuchar los planteamientos que la tercera fuerza política de este país tiene para los gallegos.
¿Quiere decir que la gente tiene miedo a acudir a sus mítines?
Es obvio que cualquier agresión, como la sufrida en Santiago, en Pontevedra o en la sede de Vox en Vigo, intimidan a cualquiera que quiera acercarse para escuchar nuestro mensaje. Y estamos convencidos de que esos escraches y esos insultos están promovidos por el nacionalismo y por los cachorros del vicepresidente del Gobierno. Ojo, que no son solo ataques contra Vox, sino personas mayores, mujeres embarazadas, niños... la población en general.
Castelao
"No tenemos problema alguno con el Castelao literato, pero no nos gusta el que justifica la violencia por gritar Viva España"
Hablando de conflictos y viendo la repercusión que han tenido: ¿Cree que las palabras de Ortega Smith contra Castelao se han salido de madre? ¿Que sobraban?
Nosotros no tenemos ningún problema con el Castelao literato. Lo que no nos gusta es el Castelao que justifica la violencia, que justifica una paliza contra alguien que grita Viva España en la plaza de la Quintana. Como él hace en Sempre en Galiza. Es decir, hay un respeto por la cultura gallega, que el Castelao literato es una figura que Vox respeta, pero su doctrina política, en la que anima a las personas a apalizar a quien grite Viva España no la podemos justificar.
Las encuestas vaticinan una nueva mayoría absoluta de Feijóo. ¿Cree que son fiables o que solo sirven para espolear la campaña?
Nosotros no nos fijamos en las encuestas, ni cuando son positivas ni cuando son negativas. Tampoco comentamos los resultados de terceros partidos. Que Feijóo sume una nueva mayoría absoluta es un escenario probable, pero lo que a nosotros realmente nos interesa es entrar en el Parlamento de Galicia, con dos, tres o seis diputados o incluso tener grupo propio.
Supongamos que fallan los sondeos y Vox logra más protagonismo del previsto. Incluso que se pueda convertir en llave de Gobierno. ¿Con quién estaría dispuesto a negociar y con quién no se sentaría bajo ningún concepto?
Lo que tenemos claro es que estamos aquí para frenar a la izquierda. Y no queremos, bajo ningún concepto, que gobierne una izquierda radical y nacionalista en Galicia. Si para lograrlo hay que darle un apoyo a otras fuerzas políticas, lo haremos. Siempre y cuando frenemos a la izquierda nacionalista.
Alianzas
"Nuestro objetivo es frenar a la izquierda y si para ello hay que darle nuestro apoyo a otras fuerzas, lo haremos"
En caso de sentarse a dialogar con esas fuerzas afines, ¿cuáles serían las líneas rojas de Vox?
Hay algunas barreras que se deberían frenar, como la política lingüística que lleva aplicando Feijóo en Galicia muchos años, aceptando las tesis progresistas del más puro nacionalismo radical. Esa sería una de nuestras condiciones innegociables.
Póngase en el escenario de que usted es el único representante de Vox en el Pazo do Hórreo. ¿Cuál sería su estrategia?
Muy clara y sencilla: dar voz en el Parlamento a todos los gallegos que nos han apoyado el 12-J.
Con los pies en el suelo, ¿cuál es su quiniela para el 12 de julio?
Me considero una persona realista, por lo que esperamos contar con la confianza suficiente para formar grupo parlamentario.
¿Qué mensaje le daría a quienes reprochan a Vox ser una formación demasiado radicalizada?
Que los intolerantes son los que lanzan piedras, los que nos escupen, los que nos insultan... Esos son los radicales y los que no aceptan un discurso diferente al suyo, venga de Vox o venga de cualquier otra formación.
